Cada 4 de mayo se celebra El Día Internacional de Star Wars, una fecha que las y los fans tomaron para reunirse, realizar eventos e incluso en la que los cines reprograman algunas de las producciones de este universo creado por George Lucas en la década del 70 y vigente hasta el presente.
Los seguidores de esta franquicia son muchos al rededor del mundo. Tienen sus trajes, coleccionan objetos relacionados y debaten en foros. “A los 9 años fui al cine de mi barrio, vi una película y me enamoré”, contó Luis Navratil, fan y coleccionista.
En la planta alta de su casa tiene una habitación dedicada a conservar todo lo que fue adquiriendo a lo largo de su vida. Posters que le regalaron en los cines, muñecos que fue comprando, replicas que él mismo hizo. “Me llevaron a ver una película y de pronto el Crucero Imperial, los malos, tardaba largos minutos en cruzar la pantalla persiguiendo a una nave más chica. Los soldados asustados se ponían en posición de combate y mientras te preguntabas qué iba a pasar, estallaban las paredes y aparecían los soldados blancos. No lo podías creer. Estaba en el cine y no me daban los ojos para abarcar todo”, relató.
“Me encantó tanto que mi papá se dio cuenta y me compró los muñequitos, incluso, para un cumpleaños contrataron a un proyectorista y trajeron la película en Súper 8. La pasaron para mí. La vi dos veces y desde ahí forma parte de mi vida para siempre”, recordó.
Luis tiene una historia para cada objeto, incluso hay algunos encontrados en lugares de compra y venta sin que les dieran mayor importancia. Algunos que arregló, otros que hizo firmar por los actores y actrices que dieron vida a algunos personajes. Las cosas no se tocan, muchas están en su envoltorio original y otras cuentan con gran valor sentimental. “En la década del 80 no había casi nada. Más allá de conseguir alguna nave o algún muñeco, pero eran muy caros, no era algo que te iban a regalar en una Navidad. Así que había que usar la imaginación. En ese momento existían los Rastis y con eso construía mis naves, o con cartón. Me la pasaba dibujando y construyendo las bases de los malos y de los buenos entre las masetas de las plantas”, recordó.
Y consultado sobre el momento en el que se volvió un coleccionista, explicó: “Eso fue muchos años después, ya era adulto. Fue cuando vino la revisión de Star Wars en el 94 o 95. Se hizo una remasterización de la película, después vino la digitalización. Pero en ese momento hicieron mucha propaganda. A mí me seguía gustando, cuando la daban por televisión yo no iba a jugar al futbol, no salía; me quedaba adentro mirando La Guerra de las Galaxias. Cuando ví que la daban de nuevo en el cine remasterizada, fuí. Ahi reviví todo, y empecé a dedicarme a comprar figuras, hacer canjes, a buscar en las librerías de comics, historietas, y ya no paré más”.
“Algo que significa mucho para mí, más allá de algunos cascos o algún libro, son los álbumes de figuritas, las de El Regreso del Jedi, me gustaban mucho. Aún, cuando encuentro una figurita la guardo, sobre todo las de Top Toys que eran bajo licencia que se sacaron en Argentina. También tengo algunas figuras. De hecho, la primera vez que trabajé fue para comprarme una figura: era adolescente y hacía reparto de comida o ayudaba a los mecánicos, y la plata que juntaba era para comprarme una figura en blister de La Guerra de las Galaxias”, dijo Luis que también recordó que un día, sin saber bien porqué y siendo un adolescente, dejó de sacar las figuras de sus empaques. “No sé, pero un día no las saque más de los blister y son las que guardo hoy en día porque tienen un valor de coleccionismo muy alto”, relató.
“También tengo cascos que aprecio mucho como el del Artillero Imperial que es un personaje que me gusta mucho”, aseguró. “Pero mi personaje preferido es un robot, que es un cazarrecompensas que solamente aparece en El Imperio Contraataca como un cameo dentro de todos los cazarrecompensas cuando Darth Vader lo llama. Se llama IG-88 es un robot asesino que se supone tiene mala programación. Y otro que me gusta es el Imperial Gunner, los artilleros imperiales, con los cascos cerrados manejando la estrella de la muerte”, agregó con conocimiento de causa de ese universo.
Star Wars es para Luis un fenómeno que impactó en la sociedad. “Cuando salió la película era algo que no se podía creer. Algo distinto a todo. Se metió en la cultura de la gente. Es muy raro encontrar a alguien que no sepa lo que es Star Wars, aunque sea una frase. De hecho la frase: «Yo soy tu padre» está en el Record Guinness como la más usada en todo el mundo. Son cosas que se transmiten de generación en generación. Hoy hay mucha información y eso atrae a nuevas generaciones, aunque a mí me gustaba más otra época en la que uno deseaba ver cosas, las esperaba”, reconoció quien en otra época, para cada 4 de mayo, se ponía sus trajes y asistía a eventos en todo el país. “Iba mucho a convenciones o eventos que hacíamos en los cines para ver maratones de películas de la saga. Al día de hoy sigo haciendo algunas cosas como participar de discusiones en foros o juntarme con amigos que tienen el mismo gusto y compartir cosas”, evocó.
“Nunca dejé a ese niño que vio la película por primera vez, extraño sentarme en el césped a jugar con los muñequitos”, concluyó Luis.
El origen de la fecha
La historia que rodea a la efeméride del Día Internacional de Star Wars es bastante peculiar y tiene que ver con la icónica frase de la saga: “May de force be with you” (“Que la fuerza te acompañe”). A partir de ella, y como un juego de palabras, se equipara “fourth” y “force”, quedando: “May the 4th be with you” (traducido como “Que el 4 de mayo te acompañe”).
