Ezequiel Nieva
El escrutinio definitivo confirmó en líneas generales los datos provisorios de las elecciones primarias del 28 de abril. En la carrera por la gobernación quedaron habilitados tres de los siete espacios políticos que se presentaron a las Paso.
El peronismo y sus aliados, que compiten como bajo el nombre “Juntos”, fue el espacio más votado en las primarias con 26,38% del padrón (37,9% del total de votos emitidos). Entre sus dos listas el PJ sumó 704.168 votos: 465.061 de Omar Perotti (Sumar) y 239.107 de María Eugenia Bielsa (Encuentro por Santa Fe).
El Frente Progresista cosechó el 19,12% del padrón (27,5% del total de votos emitidos). Fueron en total 510.445 votos los que logró su único postulante, el ex gobernador y actual presidente de la Cámara de Diputados Antonio Bonfatti.
Para el oficialismo, el camino hacia las generales del 16 de junio no será fácil. Si bien Bonfatti superó por casi 50 mil votos a Perotti en el conteo individual, deberá remontar los diez puntos porcentuales que lo separan de la sumatoria alcanzada por el PJ.
La diferencia es de casi 200 mil votos y esa es la cosecha a la que deberá apuntar el candidato del Frente Progresista. Perotti y Bielsa, sumados, superaron al oficialismo por 193.723 sufragios.
Escrutinio definitivo de Santa Fe: el peronismo sacó 200 mil votos más que el FP
El escenario, para el oficialismo, es parecido al de 2015. En las primarias de aquel año, el PRO con Miguel Del Sel se impuso ante el Frente por escasa diferencia, pero en el conteo individual le sacó más de 150 mil votos de ventaja a Miguel Lifschitz, que remontaría la diferencia en las generales capturando en forma íntegra los votos que logró en las Paso su rival interno Mario Barletta.
A diferencia de aquellas elecciones, esta vez el Frente Progresista presentó una sola lista a las primarias. Para Bonfatti, el desafío no pasa solo por cosechar los votos de aquellas fuerzas que no pasaron a las generales, sino principalmente por seducir –al menos en parte– a aquellos electores que se inclinaron en las Paso por María Eugenia Bielsa y por el postulante de Cambiemos, José Corral, que quedó tercero y lejos.
En el primer caso, el candidato oficialista podrá apelar al “voto progre” de la arquitecta, en contraste con el perfil conservador de Perotti, y al mismo tiempo tratar de instalar la idea de “voto útil” entre aquellos ciudadanos que eligieron a Cambiemos y que, ante todo, no quieren que el PJ vuelva al gobierno.
Globo desinflado
En las Paso, de acuerdo al escrutinio definitivo, Cambiemos quedó tercero con el 12,1% del padrón (17,38% del total de votos emitidos). Fueron en total 322.935 sufragios los que cosechó su candidato, el intendente santafesino José Corral.
Muy lejos quedó el postulante de la Casa Rosada de la performance que hizo Cambiemos en las elecciones intermedias de 2017, cuando el casi desconocido Albor Cantard (del espacio que lidera Corral) ganó la elección de diputados nacionales con 743.139 votos. En las Paso, Corral no llegó ni siquiera a la mitad de esa marca histórica.
El derrumbe de la economía nacional y su impacto en la situación social de los sectores más desprotegidos, la caída del consumo, el aumento de la pobreza y el desempleo, fueron factores determinantes que explican la mala elección de Cambiemos en la provincia de Santa Fe. No se trata de un hecho aislado: lo mismo ocurrió en La Pampa, Río Negro, San Juan, Neuquén y Entre Ríos, otros distritos que también adelantaron sus comicios locales.
Afuera de todo
No llegaron al piso de votos equivalente al 1,5% del padrón electoral el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (cuyo candidato a gobernador fue Octavio Crivaro), Nueva Izquierda (Jimena Sosa), Alternativa Federal (Pablo Di Bert) y Espacio Grande (Gerardo Martino).
Los votos en blanco, según el definitivo, alcanzaron un notable 6,81% del total de los emitidos. Los anulados sumaron un 5,01%. Participaron de las Paso 1.857.846 santafesinos: el 69,59% del total del padrón.
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