La Justicia condenó a un taxista a resarcir económicamente a dos pasajeros que sufrieron lesiones tras un choque y le reprochó no haberlos obligado a usar cinturón de seguridad. Según el fallo del tribunal Colegiado de Responsabilidad Extracontractual Nº2, las normas que rigen el tránsito señalan claramente que la utilización del mismo respecto de todos los ocupantes de un vehículo “es requisito indispensable para poder circular, por lo que no cabe sino concluir que no puede iniciarse la circulación hasta tanto no se cumplimente tal recaudo”. También concluyó que los pasajeros tenían una parte –bastante menor– de responsabilidad porque “no pueden desconocer sus deberes legales”. Al conocer esto los trabajadores del volante pusieron el grito en el cielo denunciando que cada vez son más presiones las que se ejercen sobre el sector. “Dentro de poco nos van a culpar por los tsunamis”, ironizó Mario Cesca, uno de sus referentes. Por su parte, la Secretaría de Servicios Públicos ratificó la obligatoriedad del uso del cinturón y se mostró totalmente de acuerdo con la resolución dada a conocer desde los Tribunales.
Tras el accidente ocurrido en enero de 2008 entre el taxi y un Volkswagen Gol en Entre Ríos y Cerrito, tanto los conductores del vehículo particular como los pasajeros del taxi iniciaron acciones contra el conductor del mismo. En el primer caso la Justicia falló a favor de quienes se movilizaban a bordo del Gol por considerar que éste tenía la prioridad de paso. En el segundo, según se cita en el fallo, “el interrogante a despejarse es quién ha de ser responsabilizado por la falta de utilización del cinturón de seguridad por parte de los pasajeros, y en qué medida”.
Seguridad
“El hecho de hallarse el taxímetro en circulación conlleva asumir que, o todos sus ocupantes utilizaban el cinturón de seguridad, o que quien inició la circulación (el chofer del taxi) no corroboró adecuadamente tal extremo con anterioridad al inicio de la conducción. Mas lo expresado no implica que pueda extraerse de ello que el incumplimiento apuntado gravitaba excluyentemente sobre quien estaba a cargo de la conducción. En efecto, no pueden desconocer los actores el deber legal que les imponía la utilización del dispositivo en cuestión, aun cuando no les fuera exigido por el conductor del taxímetro. En suma, todo lo antedicho conduce a entender que, en relación a la utilización del cinturón de seguridad, resultan tan responsables los actores que omitieron su deber legal, como el conductor del taxi (profesional y, por ende, conocedor de los riesgos que implicaba desoír los mandatos contenidos en la normativa vigente) que no debió haber iniciado la circulación sin antes verificar el cumplimiento del recaudo por parte de sus pasajeros (ello a tenor de la clara disposición legal precitada)”, se destaca en el escrito.
Al respecto, la jueza Viviana Cingolani –una de las firmantes del fallo– comentó que “todas las leyes de tránsito nacionales y provinciales obligan a conducir con el cinturón de seguridad y no solamente al conductor sino a todos los que estén dentro del vehículo. Ésta fue una resolución que tuvimos bastante tiempo hablándola, porque de alguna manera iba a tener una repercusión importante. De todas maneras no es solamente una obligación del taxista, es la obligación de cualquier conductor de un auto: ponerse el cinturón de seguridad y hacer que se lo pongan las personas que transporta. El taxista tiene la libertad de decirle a la persona: «bueno, no se lo quiere poner, bájese» porque tampoco es posible que el Estado esté vigilando a cada uno de los taxistas si están cumpliendo con la ley de tránsito”, siguió.
Obligación
“El uso del cinturón es simplemente su obligación como conductor de un transporte público. También es mi obligación como conductora de un transporte privado, es la obligación de todos. No es solamente la de los taxistas. Este caso recayó sobre un taxista pero si hubiese salido sobre una persona particular hubiese salido igual. Apuntamos a que se tome conciencia de que es obligación llevar el cinturón de seguridad”, añadió.
Indignados ante el fallo, los taxistas se quejaron apenas tuvieron conocimiento del mismo. “Ya nos hacen responsables de la seguridad, de que los pasajeros no fumen, responsables si una persona está alcoholizada o drogada, la verdad es que están convirtiendo a la tarea de un taxista en una misión imposible. Por otro lado, nosotros no tenemos poder de policía, entonces no sabemos cómo hacerlo cumplir, de qué forma. ¿Sabés cómo termina esto? Que cuando vos le digas al pasajero «bájese» por no ponerse el cinturón de seguridad, nos va a denunciar a la Secretaría de Servicios Públicos porque no lo quisimos transportar. No va a decir que no se quiso poner el cinturón. Siempre terminamos siendo las víctimas nosotros. La verdad es que son tantas las responsabilidades que cuando haya un tsunami vamos a ser los responsables nosotros”, comentó.
Responsables
“Lo que va a pasar es una fenomenal industria del juicio avalada por estos jueces que dan fallos de este tipo. Con los accidentes de tránsito se ha generado toda una industria del juicio. A nosotros una póliza de seguro nos cuesta 750 pesos por mes mientras que en otras ciudades del país vale 200 y esto es lo que está avalando esta situación. Pasa una moto, se roza con el auto y terminamos pagando nosotros el accidente. Pasa un peatón y se choca la pierna contra el paragolpes de auto y te dice que se quebró la rodilla y todo este tipo de cosas”, continuó.
“¿Por qué no les hacen poner los cinturones de seguridad a todos los colectivos? A veces los pasajeros van parados como manada. ¿Qué seguridad tienen? Entonces no hay un principio de igualdad porque entonces ¿los pasajeros de colectivo son de quinta y los de taxis de primera?”, se quejó.
Por último, el subsecretario de Servicios Públicos, Pablo Seghezzo, destacó que el municipio siempre inspecciona que todos los taxis tengan cinturón de seguridad disponibles. “Estoy totalmente de acuerdo con el fallo de la Justicia rosarina. Yo creo que entre todos, porque siempre los problemas de la sociedad son de todos, tenemos que ir cambiando la mentalidad y recordar que el taxi es un servicio público”, finalizó.