Las recientes declaraciones del ex funcionario del macrismo y actual asesor de los equipos de Patricia Bullrich, Dante Sica, nos vuelven a poner en alerta. Como parte de un esquema más amplio y que tiene por objetivo defender los intereses de las patronales, propuso suspender la ultraactividad de los convenios colectivos de trabajo.
Para el integrante de la Asociación de Abogados Laboralistas de Rosario, Sebastián Serrano Alou, con quien estuvimos dialogando, es una primera aproximación que de fondo pretende establecer reformas regresivas para los nuevos convenios que se cierren.
Ahora bien, ¿Qué es la ultraactividad y por qué es importante su permanencia? Los Convenios Colectivos de Trabajo surgen como parte de un acuerdo entre la parte trabajadora y la parte empleadora y siempre deben ser convalidados por el Estado. El establecimiento de las condiciones de cada convenio es superador del piso de derechos y obligaciones que se expresan tanto en la Constitución Nacional como en la Ley de Contrato de Trabajo.
Estos convenios colectivos son pautados por un tiempo determinado (que pueden ser dos, cinco, diez años). Una vez que vence el plazo no significa que todo lo regulado por este acuerdo deje de tener validez, sino, contrariamente, que se mantenga hasta tanto se vuelvan a negociar los nuevos acuerdos. Esta potestad se enmarca dentro del artículo 86 del Estatuto de los Trabajadores.
Serrano Alou nos reveló que en la práctica no siempre se podía cumplir en el plazo establecido con una nueva negociación y sobre todo con una negociación superadora, en el sentido de establecer mejores condiciones para los trabajadores. “Que se le caigan todos los derechos de golpe no tiene lógica. Entonces lo que se hizo fue establecer que si no se renueva en los marcos que corresponden va a seguir vigente el CCT hasta tanto se lo renueve”, indicó.
El CC 40/89
En función de lo que implica este concepto y las pretensiones que se esconden en la postura del ex funcionario Sica, podemos dilucidar fácilmente las consecuencias de su suspensión, teniendo en cuenta cuáles son los intereses que expresa. Nuestro secretario general Juan Chulich sostuvo que en la práctica los convenios se están revisando permanentemente, y que no es cierto que la letra del convenio de la actividad camionera sea el mismo de hace 30 años.
“Nuestra Federación está en vínculo constante con las distintas cámaras de transportistas y el CCT 40/89 se ha modificado en distintas oportunidades. El convenio de camioneros tiene múltiples anexos que han ido incorporándose para adecuarse a la dinámica laboral de cada contexto. La diferencia con lo que propone este señor es que las cláusulas que se corrigen son para mejorar las condiciones de los trabajadores, no para quitarles derechos”.
En este sentido Serrano Alou agrega que la propuesta del macrismo es buscar lo que buscan siempre y con la misma supuesta solución a todos los problemas: cargar sobre los trabajadores recortándole derechos. Para el abogado “la suspensión de la ultraactividad es una forma de quitar una gran cantidad de derechos rápidamente y tener un colectivo de trabajadores que se tenga que sentar a negociar desde menos diez, sin los derechos adquiridos en el convenio”.
Este nuevo ataque contra los trabajadores tiene el condimento de que no se busca hacer desde el parlamento mediante alguna ley en particular, sino en connivencia con otros sindicatos, según percibe Serrano Alou. “Lamentablemente sabemos que hay dirigentes entreguistas. Lo que están buscando sectores de la derecha es cerrar con estos dirigentes y demostrar que es un camino válido pautar convenios a la baja”.
Desde nuestra organización sabemos lo que implica oponerse a estas directrices. Cuando nuestra conducción a nivel nacional, en la lucha encabezada por Hugo y Pablo Moyano, se opuso a los avances de la reforma laboral y las políticas macristas, fueron perseguidos, escrachados desde los grandes medios hegemónicos y judicializados. Tiempo después supimos que las causas fueron armadas dentro de lo que se denominó la Gestapo Sindical, encargada de perseguir opositores y que estuvo a cargo de los funcionarios del PRO.
Por eso sostenemos que estas definiciones que parecen lejanas y secundarias en la agenda actual son de primer orden para quienes organizamos y defendemos los derechos de los trabajadores y nos obligan a ponernos en guardia ante un eventual escenario político adverso. Contra esto, la mejor medicina es elegir siempre a quienes representan los intereses de los trabajadores.