Desde este viernes 30 de junio, la ciudad ofrece a vecinas, vecinos y visitantes un nuevo espacio de encuentro y recreación. Se trata de la plaza Ovidio Lagos, la ‘plaza que navega’, ubicada en el barrio La Florida, una visita ineludible en el circuito norte en tanto parada de descanso y disfrute en el recorrido hacia el río.
Distrito Norte: quedó inaugurada la plaza Ovidio Lagos, con nuevo juego y múltiples reformas
Delimitada por las calles Martín Fierro, Juan Agustín Mazza, David Peña y Francisco de Miranda, la cercanía con el Paraná y las actividades de río dominaron la temática que se impuso a la hora de definir el nuevo dispositivo lúdico instalado en el renovado predio, en el marco del circuito de juegos barriales que diseñó y puso en marcha la Municipalidad en siete plazas históricas.
«Canoa del Paraná» es el nombre del flamante atractivo recreativo en el que cada módulo alude con claras referencias a lo fluvial, la flora, la fauna y también a las costumbres propias de la zona costera. En ese marco, una gran barcaza homenajea hábitos y oficios, así como a los pescadores y a todos los actores que le dan vida cotidiana al Paraná.
Posee toboganes curvos en sus laterales que semejan remos, y un tobogán rulo en la parte trasera como si fuese el motor de la canoa. Las redes para escalar simulan la redes que se utilizan para pescar. En la popa se encuentra un panel de memoria personalizado con las especies de peces más comunes de la zona. También tiene un tubo de gateo en la parte trasera.
Como complemento, se suma un mangrullo inspirado en las cabañas isleñas del Delta del Paraná, integrado por dos torres unidas por un puente de redes y decorados de juncos y camalotes.
De esta manera, con redes, pasarelas y toboganes, la plaza que navega será un espacio para que las y los más pequeños puedan disfrutar a pleno, al tiempo que establezcan y/o refuercen el vínculo con el paisaje que los rodea, el río, su flora, sus habitantes.
Además, desde el sector de juegos es posible descubrir los diferentes rincones que conforman la plaza y desde allí las calles que unen la ciudad con su balneario, a la par que entre los tejados asoma el puente Rosario-Victoria, mientras mariposas y plantas comparten los canteros y dar con ellas es otra forma de transitar el lugar.