En menos de un mes 20 comercios del microcentro de la ciudad bajaron las persianas. Lo hicieron después de una Navidad poco próspera y una fiesta de Reyes Magos austera. Para los comerciantes, la caída en las ventas se sumó a los altos costos financieros que tuvieron que afrontar entre el pago de servicios y de alquiler. Con la expectativa puesta en marzo y el inicio de clases, el panorama para 2019 no es muy alentador. Entre fines de febrero y principios de marzo deberán renovar los contratos de alquiler, en donde prevén aumentos de entre 35 y 40 por ciento, y no saben si podrán afrontar los nuevos valores de los productos con la inflación.
“Es un drama que se va a profundizar conforme avance el verano. Habíamos anticipado que los pequeños y medianos comercios iban a sucumbir primero en esta crisis de consumo. Durante el año le seguirán las sucursales de los grandes comercios hasta que se estabilice y queden los que más resto tengan. Es la vuelta al neoliberalismo. Pocos se divierten y el resto espera afuera que le den las sobras para sobrevivir”, dijo a El Ciudadano, Fabio Acosta, titular de la Asociación Casco Histórico.
Mal de época
A mitad del año pasado un informe de la Concejalía Popular arrojó que habían cerrados unos 760 locales, es decir, un 27 por ciento más que en 2017. Para fin de 2018 estimaron que se sumaron unos 200 locales más. Según relevó la Asociación Casco Histórico, desde Navidad hasta mediados de enero ya fueron 20 los negocios que cerraron sus puertas en el microcentro de la ciudad. La caída de las ventas impidió que los comerciantes hagan frente a los altos costos de la suba de los servicios de gas y luz. Muchos decidieron bajar la persiana y no renovar alquileres que subieron entre un 35 y un 50 por ciento. Los montos rondan los 180 mil y 250 mil pesos mensuales, según el local.
“Desde enero de 2016 bajó la actividad económica. Los comercios chicos nos preocupan más que los grandes porque hay muchos empleados en el medio. El ajuste llega a todos, pero los más golpeados son los que menos tienen”, señaló Acosta, referente de la asociación. Además, puso como ejemplo la galería Cassini, de Córdoba y Entre Ríos, donde hay 7 locales vacíos con carteles de alquiler o venta. Antes estaban ocupados por negocios que vendían ropa, uno de los rubros donde más cayó el consumo.
Según Acosta, los comerciantes echaron mano a estrategias de financiamiento para atraer clientes durante este verano. “Productos al contado con precio fijo; descuentos en pago al contado de hasta un 70%; promociones de dos por uno; descuentos de hasta un 50% en productos elegidos; descuentos en la segunda unidad de productos iguales”, señaló el referente.
“En 2019 va a seguir la tendencia por los compromisos que la Nación tiene con las entidades internacionales. Los comerciantes no saben cuánto van a poder seguir trabajando porque ya no saben cómo achicarse”, opinó Acosta.
De acuerdo con el referente del microcentro, el panorama es complejo. A fines de febrero vencen la mayoría de los contratos de alquiler y los comerciantes están a la espera para ver cómo afrontar los gastos de renovación. Según señaló Acosta, hay mil locales comerciales en las 20 galerías céntricas comprendidas en la zona de Corrientes, Mendoza, Maipú y Tucumán. Emplean a unas 2 mil personas.
“Nos preocupa la sub ocupación en las galería periféricas, medianas y chicas. Los comercios grandes sobreviven y los chicos de alrededor se caen. Ya no viven del consumo por rebote como antes. Desde la agrupación articulamos actividades con el Concejo Municipal y el Ejecutivo local. En diciembre logramos que liberen el estacionamiento medido y tuvimos la Noche de las Galerías, donde se alentó el consumo. Son acciones que ayudan. Este año vamos a redoblar el pedido para que nos sigan acompañando”, agregó.
Retroceso
En paralelo, el referente de la Asociación Amigos de la peatonal Córdoba, Nelson Graells, dijo que era esperable que algunos locales quedaran vacíos en enero y atribuyó el cierre a un problema de rentabilidad. “En 2018 retrocedió el consumo y cada rubro lo sufrió. A eso se suma el aumento de los gastos fijos, lo que da como resultado una ecuación negativa”, explicó a El Ciudadano.
Graells señaló que muchos locales libres están sobre la peatonal Córdoba, pero también en los alrededores. Después de un fin de año complicado, la mira está puesta en marzo. “Enero y febrero son dos meses muy bajos en ventas porque Rosario no es un punto turístico, sino comercial. Las ventas de diciembre son importantes para soportar el verano. Marzo nos dará un panorama para el resto del año, pero necesitamos que bajen las tasas de los intereses de los bancos para tener algo de rentabilidad”, concluyó.
Historia repetida
“El cierre de locales es producto de la situación de 2018. Las ventas cerraron con saldo negativo. No fueron buenas en Navidad ni en Reyes Magos. Algunos comercios no tuvieron alternativa dado los altos costos de funcionamiento. Muchas ventas se hicieron con promociones bancarias y, si bien eso fomenta la cantidad de ventas, tiene un costo adicional para el comerciante”, dijo a El Ciudadano, Ricardo Diab, desde la Asociación Empresaria Rosario (AER).
Según un informe de la Confederación de la Mediana Empresa (Came) las ventas durante la semana de Reyes Magos cayeron un 11,5 por ciento frente a la misma fecha de 2018. La tradicional fiesta no logró repuntar un cierre de año en baja. En diciembre los comercios vendieron 9,9 por ciento menos que en 2017 y acumularon una retracción anual de 6,9 por ciento.
El rubro de indumentaria fue uno de los más perjudicados. En diciembre, la caída en las ventas fue de un 11,5 por ciento frente al mismo mes de 2017. El rubro sumó un descenso de 6,8 por ciento en el año, teniendo en cuenta las cantidades de productos vendidos.
Promover el consumo
El presidente de la Comisión de Producción y Promoción del Empleo del Concejo municipal, Eduardo Toniolli, recordó que durante 2018 trabajaron con las galerías del microcentro para colaborar con algunos pedidos de los comerciantes. Impulsaron que el municipio terminase las obras de calle Sarmiento y lograron aprobar la Noche de las Galerías, un evento donde los comercios estuvieron abiertos el viernes por la noche previo a Navidad con ofertas especiales y sorteos para impulsar las ventas. “En un contexto macroeconómico adverso buscamos generar atractivos para no retroceder tanto y generar instancias que promuevan el consumo”, señaló Toniolli a El Ciudadano.
El edil dijo que las principales demandas de los comerciantes que llegaron al Concejo en 2018 fueron por los tarifazos, la inseguridad y las mejoras en la infraestructura urbana para potenciar el acceso al microcentro.