Dos jóvenes mayores de edad fueron imputados por la Justicia y un tercero lo será este jueves, en una causa por agresión sexual cuyas víctimas son tres adolescentes menores de edad. Los hechos tuvieron lugar en Las Parejas, y sacuden a la comunidad de la pequeña ciudad, ubicada a poco menos de 100 kilómetros de Rosario y que sólo tiene poco más de 12 mil residentes. Aunque las circunstancias están bajo investigación, la precisión es que la agresión se cometió más de un mes atrás, en la noche del pasado sábado 13 de junio, cuando estaba en plena vigencia el impedimento para reuniones por la pandemia de coronavirus, y la tentación de una fiesta con música fue lo que preparó el escenario para un encuentro que en un momento no precisado dejó de ser tal para convertirse en violencia en manada.
Este miércoles tuvo lugar una audiencia en libertad en Fiscalía con dos de los acusado y en tanto que durante la mañana del este jueves deberá comparecer el tercero de los jóvenes. El Ministerio Público de la Acusación aclaró que los implicados, junto a sus abogados defensores, son puestos en conocimiento de los cargos que pesan sobre ellos, y que no se hace frente a un juez “porque no se pide medida cautelar”. Esto es que no quedan –al menos por ahora– en prisión preventiva, aunque la incriminación es grave: abuso sexual con acceso carnal e incumplimiento de medidas sanitarias dispuestas para evitar contagios de Covid-19.
“Lo que se va a realizar a partir de esta imputación en libertad es solicitar la extracción de prueba genética en los tres imputados para poder hacer un examen comparativo con muestra genética recabada en la víctima que denunció el abuso”, explicaron fuente de Fiscalía, que también confirmaron que se esperan los resultados de peritajes a los teléfonos celulares de los implicados y del análisis de imágenes de cámaras de seguridad de la zona donde ocurrieron los hechos denunciados.
Según lo que se conoce hasta ahora, seis jóvenes de Las Parejas, en principio todo ellos estudiantes universitarios, invitaron a cuatro amigas adolescentes de la misma ciudad a una fiesta en una casaquinta. No tenían vínculos entre sí, pero uno de los muchachos estaba contactado a través de una red social con una de las chicas.
Así, según trascendió, durante la noche de ese sábado los jóvenes pasaron a buscar a las chicas en una camioneta, pero en lugar de ir a una casa en las afueras fueron a un estacionamiento dentro del casco urbano, donde se estaba improvisando una fiesta clandestina.
A partir de allí todo se torna confuso: una de las chicas amaneció al día siguiente en su casa, con la ropa arrugada y sin acordarse de cuándo y cómo había regresado. Otra de las chicas se despertó golpeada en el rostro: aparentemente había querido impedir un abuso en manada de su amiga. Entre todas lograron reconstruir con dificultad qué había ocurrido. Y ninguna tenía consigo su teléfono celular.
Un dispositivo de contención de casos de violencia de género les brindó atención, y finalmente la situación desembocó en la presentación de la denuncia judicial que impulsó la investigación de lo ocurrido y las audiencias dispuestas. El caso generó escándalo local, ya que involucra a jóvenes de familias con cierta opulencia económica del lugar.
“Las pasó a buscar un joven, hijo de una de las familias más adineradas del pueblo, en una camioneta, y en vez de ir a la fiesta entraron a una cochera, donde había otros tres muchachos y comenzaron a beber, a bailar. A la mañana siguiente una de las muchachas que estamos asistiendo se despertó en su casa y no se acordaba de nada. Estaba semidesnuda, con la ropa interior desacomodada”, reveló la abogada Analía Abreu, quien representa a tres de las víctimas.
La letrada se excusó de dar más detalles ante lo delicado del caso, y también a la espera de última audiencia prevista para esta etapa de la causa judicial. Antes, el fiscal Santiago Tosco, a cargo de la investigación, había avanzado con allanamientos en los que se secuestraron los teléfonos de los jóvenes y también prendas de vestir y “un montón de alcohol, muchas bebidas blancas”. Ocurre que una de las amigas refirió que en un momento del encuentro uno de los jóvenes le hizo una advertencia más que sugestiva: “No tomés de esto”.
Con el caso ya conocido en redes sociales y medios de comunicación, Las Parejas es una usina de rumores. Y uno, muy difundido, apunta que éste caso puede no haber sido el primero cometido.
Por ahora restan varias diligencias judiciales en el marco de la investigación, y con el correr de los días se avanzará en determinar si se trató de una situación aislada o de una sucesión que tiene a otras víctimas, que por distintas circunstancias no llevaron los hechos a sede judicial. De existir una caja cerrada con impunidad, ya se está comenzando a abrir.
