El secretario de Servicios Públicos municipal, Gustavo Leone, sostuvo que en poco más de un mes, es decir, en los primeros días de marzo, ya estarán funcionando las primeras tarjetas “sin contacto” o llamadas también “inteligente”. La misma se incorporará al sistema del transporte urbano público de pasajeros de forma gradual y la idea es con el tiempo poder extenderla a las 700 unidades que tiene la ciudad y así reemplazar totalmente a la tarjeta magnética, aunque no se prevé eliminar el pago con monedas para los viajes ocasionales. En concreto, la novedosa iniciativa implica incorporar un plástico (similar al de una tarjeta bancaria) con la que el usuario podrá cargar la cantidad de viajes que desee y luego ir consumiéndolos a bordo. La recarga podrá hacerse unos 1.200 centros que con el paso del tiempo estarán habilitados para ese fin.
Desde octubre del año pasado personal municipal se encuentra realizando las primeras pruebas piloto utilizando las tarjetas y las nuevas máquinas canceladoras con el fin de ir examinando el futuro sistema. Esa fase experimental y de consumo interno se está aplicando en tres unidades testigos de las líneas 103 (Rosario Bus), 120 (Semtur) y 127 (La Mixta). En concreto, para poner en marcha el sistema se repartieron unas 100 tarjetas entre técnicos.
Durante todo este período se analizó la efectividad de la nueva tecnología en el resto de la flota y, al mismo tiempo, el Ejecutivo municipal fue ajustando los puntos en los cuales se podrán adquirir las tarjetas y efectuarles las cargas pertinentes. Se calcula que habrá unos 1.200 puntos de carga, teniendo en cuenta los actuales puestos de venta de tarjeta magnética, sucursales del Banco Municipal y comercios. La idea es con el tiempo poder extenderla a las 700 unidades del transporte urbano de pasajeros de Rosario.
En torno a cómo funcionará el nuevo sistema, las tarjetas se adquirirán con un determinado saldo que luego se podrá ir recargando. En cada punto de recarga habrá un aparato similar a los posnet de las tarjetas de débito bancarias. Lo que busca el municipio, según explicó Leone, es que en marzo se empiecen a ver los primeros postnet y junto con ellos los incipientes plásticos.
Además de esta metodología, también se estudian otras alternativas de pago, como la transferencia de saldos desde cuentas bancarias o la recarga virtual a través de internet.
Cada plástico contará con un chip interno que podrá ser leído por las canceladoras que se instalarán en los colectivos. Las máquinas registrarán el saldo disponible y emitirán una luz verde para habilitar el viaje. Las nuevas canceladoras tendrán una dimensión similar a las actuales negras que se usan para el boleto ocasional que, por otra parte, seguirá operativo para ser utilizado con monedas.
Esta nueva herramienta permitirá implementar a futuro un sistema tarifario de transporte integrado. Es decir que se podrán hacer transbordos entre líneas y también podrá ser posible realizar el pago de otros servicios como el estacionamiento medido, los viajes en taxis y remises.
Esta última fase está pensada por los funcionarios del Ejecutivo para que sea implementada en el mediano plazo, una vez que las nuevas canceladoras con tarjeta inteligentes estén operativas a pleno.
Leone explicó que “de esta manera Rosario incorpora tecnología de punta para desarrollar este servicio, que se diferencia de los sistemas que se utilizan en otras ciudades del país, donde son independientes para cada línea. En cambio, nosotros tenemos un sistema complejo e integrador, porque se puede acceder a todo el sistema con la misma tarjeta”.
El funcionario también comentó que “la tarjeta brindará mayor capacidad de tratamiento de la información, puesto que además de permitirnos monitorear dónde está el coche, a través de un módulo GPS, nos ofrecerá información acerca de dónde se produce la cancelación de los viajes y un estudio de demanda continua de las necesidades del usuario para ir mejorando el servicio”.
También recalcó que cada unidad de transporte tendrá una máquina validadora, una monedera electrónica y una impresora que le dará legitimidad al ticket y permitirá ver el saldo de la tarjeta, a la par de un display que muestra la operación, todas conectadas a una consola, que equivale a una computadora de escritorio, donde el chofer podrá ver la transacción, fundamentalmente en el caso de la línea 103 que, a diferencia de las otras, tiene pasaje interurbano.
Las nuevas máquinas, en tanto, tienen un tamaño similar a las actuales negras (las utilizadas para el boleto ocasional) y poseen la capacidad de “leer” la tarjeta sin contacto, para habilitar el viaje del pasajero (en caso de que corresponda), emitiendo una luz verde. Asimismo, tendrán un orificio para que el usuario abone con monedas.