Hace menos de un año el boleto de colectivo en Rosario costaba 1,90 peso. A partir de este sábado, los usuarios del transporte urbano deberán desembolsar 3,20 pesos por viaje. De esta manera, en menos de un año, la tarifa aumentó 68 por ciento.
La intendenta Mónica Fein acaba de rubricar el decreto mediante el cual autoriza una suba del 18 por ciento de la tarifa del transporte público. Es la segunda vez que, mediante el uso de las facultades delegadas por el Concejo Municipal, lo hace durante su gestión: la primera vez, en marzo pasado, cuando decidió un incremento del 17,5 por ciento.
En noviembre de 2011, en momentos en que Miguel Lifschitz comenzaba a despedirse del Palacio de los Leones, el Concejo discutió por última vez un aumento de la tarifa del transporte público en el recinto de sesiones antes de que esa facultad recayera en el Poder Ejecutivo. Después de un reñido debate, el oficialismo se impuso y consiguió la aprobación de un “reajuste” tarifario del 21 por ciento. De esa manera, a partir del 23 de noviembre del año último el boleto pasó de 1,90 a 2,30 pesos.
Esa decisión no fue la última ni la más polémica del “anterior” Concejo. En los primeros días de diciembre de 2011, durante la última sesión del año, cedió la “facultad extraordinaria” al Ejecutivo, de definir aumentos tarifarios del transporte público sin la necesidad de llevar el debate al Palacio Vasallo. Tan apretado fue el debate que la votación terminó empatada en 11 votos (a los 9 propios, el socialismo le sumó el apoyo de Oscar Greppi, del ARI, y de Gonzalo del Cerro, de la UCR). Por eso, tuvo que desempatar el presidente, Miguel Zamarini, quien atendió el mandato partidario y no hizo la “gran Cobos”. Esta prerrogativa vencerá en diciembre próximo.
Tres meses después, en marzo de este año, la intendenta Fein hizo uso de esa facultad y firmó el primer decreto para autorizar una suba del 17,5 por ciento, después de mantener una ronda de consultas con concejales de la oposición. En consecuencia, de los 2,30 pesos heredados de los no tan lejanos días de Lifschitz el boleto trepó a 2,70 pesos.
El incremento que se pondrá en vigencia este sábado fue mucho más furtivo y súbito que en la oportunidad anterior. Por eso, ayer en Twitter fue comidilla de un grupo de concejales una nota que publicó este diario en diciembre del año pasado, cuando la intendenta aseguró que no usaría las facultades delegadas “sin consultar con los presidentes de cada bloque”. Si bien es cierto que en los últimos días hubo conversaciones con los ediles, ninguno recibió precisiones sobre cuánto ni cuándo aumentaría el boleto. Al igual que toda la ciudad, se enteraron ayer del nuevo “retoque”.
El incremento de la tarifa se empezó a cocinar a fines del mes pasado, cuando la empresa Rosario Bus solicitó un “urgente” aumento. Desde el Palacio de los Leones respondieron que “por el momento” no pensaban en un incremento. Pero el tema quedó instalado en la agenda de la ciudad y cobró fuerza el último martes, cuando Fein dejó entrever sin medias tintas que ya preparaba la lapicera para firmar el decreto. También aclaró que el nuevo valor estaba aún en estudio en la Secretaría de Servicios Públicos y que se gestionarían recursos ante la Nación para menguar el impacto entre los usuarios. No ocurrió ni una cosa ni la otra: unas horas después se difundió el “nuevo valor”, que representa un 18 por ciento de aumento. Por eso, a partir de este fin de semana, los rosarinos deberán pagar 3,20 pesos para subirse al “bondi”.
