El Indice de Confianza en el Gobierno que elabora la Universidad Torcuato Di Tella viene bajando de a un escalón por mes desde que asumió la presidencia Javier Milei.
Así, de un puntaje inicial de 2,86 en diciembre, bajó a 2,61 en enero, 2,57 en febrero, 2,56 en marzo y 2,45, el último, de abril.
El ajuste económico que recayó sobre la ciudadanía y el intento de introducir reformas estructurales que tocaban directa e indirectamente a la mitad de la población que. de uno u otro modo, cobra cheques del Estado abren un paréntesis en cuanto a la confianza en su ejecución, con una visión negativa sobre la “Evaluación general del gobierno” (-13,6% respecto de marzo), “Preocupación por el interés general” (8,9%), “Eficiencia en la administración del gasto público” (-3,5%) y “Capacidad para resolver los problemas del país” (-4,9%).
Donde sí resultó positiva la ponderación de marzo fue en “Honestidad de los funcionarios” (8,1%).
La trajinada aprobación de le Ley Bases y el paquete fiscal, luego de diversas modificaciones y licuaciones de objetivos, impactó sobre la percepción ciudadana acerca del rumbo del gobierno, la recesión, consecuentemente del empleo, la pérdida del poder adquisitivo del salario y en especial de las jubilaciones por el efecto erosionador de la inflación antes que por la aplicación de un programa explícito para la redistribución del ingreso.
Si los primeros 100 días de un gobierno se consideran una «luna de miel» con los electorados, la confianza en Milei quedó casi 10 puntos relegada respecto de la de Mauricio Macri y nada menos que 25 puntos en relación con la dupla Fernández.
Es sí mayor el nivel de estabilidad de la actual Administración respecto de las anteriores, según surge de la serie del ICG de UTDT, lo que significa una menor sensibilidad de cambio mensual comparativa.
“Comparando períodos de inicio de mandatos, el ICG actual presenta mayores niveles de estabilidad en el intervalo entre diciembre y abril”, explica el informe de la Escuela de Gobierno.
Es porque la diferencia entre el valor máximo y mínimo desde diciembre a abril es de 0,41 puntos en el caso de Milei, contra 1,34 puntos de Macri y 1,32 puntos de los Fernández.
Perfil de los más confiados
En un corte por género, edades, educación e ideología, expresan un relativo grado mayor de confianza los encuestados de sexo masculino, los jóvenes de 18 a 29 años, en especial los que residen en CABA, los que tienen secundario, las víctimas más recientes de episodios de inseguridad y quienes apuestan a una mejora económica a partir de 2025.
En ese último caso, sin embargo, hubo en abril una señal de retroceso en el optimismo y un leve avance del pesimismo.
La última performance del gobierno anterior había sido de 1,41 puntos, influido por un repunte debido al resultado de la elección general, en la que el oficialismo, representado por Sergio Massa, revirtió la derrota en las PASO y obtuvo la primera minoría.
Remontó asimismo el puntaje de agosto, 1,27 puntos, que coincide con la estrepitosa caída en las elecciones primarias. Representó casi la mitad del guarismo de abril de Milei, y el cambio de gobierno de diciembre posicionó a la nueva gestión con un arranque 125% superior en términos de confianza que su antecesor eliminado en el balotaje.
Previo a la pandemia, Fernández empezó 2020 con 2,32 puntos, levemente por debajo del actual escalón de Milei, y un año después, con el prolongado confinamiento como punto de partida, descendió a 1,88 puntos y de ahí cayó en el tobogán que culminó en 1,41 al finalizar la gestión.
El Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) se viene realizando desde noviembre de 2001 en base a una encuesta de opinión pública a nivel nacional y se mide en una escala de 0 a 5.