Dentro de una semana, la presidenta Cristina Fernández estará visitando la Bolsa de Comercio porteña. El 10 de julio la entidad cumple un número redondo, 160 años, y la jefa del Estado decidió aceptar la invitación para concurrir esa misma noche, para el acto que tradicionalmente se desarrolla en el viejo recinto de la institución. Si bien en otras oportunidades la primera mandataria aceptaba la invitación, por lo general había cambio de fechas para acomodarla a las posibilidades oficiales, algo que no ocurrió en esta oportunidad.
La presencia de Cristina Fernández en el recinto se producirá a los pocos días del primer encuentro que representantes argentinos mantendrán con Daniel Pollack, el “facilitador” que nombró el juez de Nueva York Thomas Griesa para acercar las posiciones entre el gobierno argentino y los holdouts. Por lo tanto, será un mensaje especialmente relevante, dado que dará una pista sobre el estado de avance de las negociaciones. “No esperamos un discurso combativo. Todo lo contrario, al gobierno también le conviene terminar llegando a un acuerdo con los fondos buitre”, explicaba el miércoles un ejecutivo de la entidad bursátil.
El mercado sigue confiado en que la intención del gobierno argentino es terminar arreglando con los litigantes. La “fórmula Repsol”, consistente en la entrega de bonos por la totalidad de lo que finalmente se decidió pagar. El principal título entregado fue el Bonar 24, es decir a diez años, pero también hubo títulos más cortos y más largos.
Eso sí, el gobierno argentino aceptó en aquel momento garantizar la emisión de una determinada cantidad de títulos para cubrir la indemnización acordada de 4.700 millones de dólares.
Como Repsol
Todo indica que ahora se podría ir en la misma dirección, ya que al gobierno le conviene colocar bonos (o sea diferir el pago obligado por el fallo del juez Griesa) y a los holdouts también le viene bien recibir bonos que coticen y venderlos rápidamente en el mercado.
Se trata, por lo tanto, de una fórmula “win-win”, en la que todas las partes ganan finalmente con un acuerdo. Si bien la suma en cuestión está en torno de los 1.500 millones de dólares, detrás hay otros inversores con bonos que no entraron a los canjes que demandarán el mismo trato en los tribunales neoyorquinos.
En la Bolsa
El anfitrión será una vez más Adelmo Gabbi, que recientemente ganó la elección para volver a presidir la Bolsa porteña. Se estima que hablará de la necesidad de terminar definitivamente con los asuntos pendientes que le impiden a la Argentina recuperar acceso a los mercados financieros. Y al mismo tiempo hablará de las perspectivas del nuevo mercado bursátil que ya se está conformando, es decir el B&MA (Bolsas y Mercados Argentinos).
En línea con la visión de que al gobierno le conviene acordar, Cristina abandonó el discurso combativo para virar hacia otro más conciliador, en el que destaca la necesidad de acordar “con el ciento por ciento de los bonistas”, incluyendo por supuesto a los holdouts.
Optimismo
La visión optimista sobre un posible acuerdo antes de la fecha límite del 30 de julio (cuando se cumple un mes del incumplimiento del Discount en dólares bajo legislación Nueva York) se volvió a reflejar en los precios del mercado. Las acciones fueron el miércoles lo más destacado en el mercado porteño, especialmente los bancos. Esta vez sobresalió el Macro, con un incremento del 4,8 por ciento; otras entidades bancarias e YPF subieron un poco menos, alrededor del 2 por ciento.
Con el riesgo-país por debajo de los 700 puntos, los precios al menos parcialmente llevan incorporada la expectativa de un entendimiento antes del default. En caso contrario, la caída podría ser muy significativa desde los precios actuales; algunos estiman que podría ubicarse en no menos del 25 por ciento.