Sindicatos rosarinos volvieron a la carga por la fecha de un paro nacional contra la política económica del gobierno nacional, en lo que se leyó como una nueva queja por la demora del triunvirato que está al frente de la central obrera tras su reunificación. El anuncio de una fecha para la medida de fuerza volvió a posponerse por una semana más, para el jueves 17, tras el multitudinario acto sindical en Buenos Aires, que para muchos dirigentes se trató del más masivo de las últimas dos décadas. En ese marco la conducción cegetista que detentan Juan Schmid (Dragado y Balizamiento), Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicio) cosechó nuevos cuestionamientos por parte de dirigentes locales, quienes responsabilizan directamente a la gestión del presidente Mauricio Macri por la pérdida de empleos y la caída de salarios y alientan una pelea más contundente contra las medidas que perjudiquen a trabajadores.
“El acto desde el punto de vista de la convocatoria ha sido muy bueno: eso demuestra claramente la necesidad de la gente de que exista un cambio en el rumbo económico”, interpretó el secretario general de Luz y Fuerza Rosario, Alberto Botto. El gremialista sostuvo que ya el pronunciamiento del pasado martes 7 fue contundente por la masividad de la convocatoria frente al Ministerio de la Producción: “El gobierno no puede hacerse el distraído ante semejante reclamo”, sentenció.
Sin embargo, sin dejar de hacer blanco en la política oficial, el dirigente lucifuercista también soltó un cuestionamiento a la conducción cegetista: “La expectativa era de que se decrete ya un paro nacional. Se sufrió, lamentablemente, la misma desazón que el 29 de abril pasado, con la diferencia de que el gobierno nacional hacía poco que había asumido”, sopesó Botto, recordando la convocatoria frente al Monumento al Trabajo del año pasado, en el marco de la conmemoración del 1º de Mayo y diferenciándola de la de la semana pasada: “En el acto era el día para anunciar el paro”.
Similar evaluación, pero todavía con mayor reproche hacia la conducción cegetista tuvo el secretario general del Sindicato de Recolectores, Marcelo “Pipi” Andrada. “Los trabajadores fueron con una expectativa, pidieron una respuesta y las autoridades de la CGT no se la supieron dar”, acusó.
“Llevé 20 colectivos y dejamos sin recolección a la ciudad de Rosario y me tuve que volver con la cara larga”, lamentó el dirigente.
Y volvió a apuntar cañones al triunvirato. “Hay una inflación real que se nota en el bolsillo de los laburantes y que es impresionante. Yo la veo, sé lo que cuesta el aceite, la leche. Estos muchachos, ¿no van al súper?”, se quejó, y advirtió: “En abril ya es tarde. Hay que llamar ya al paro general, porque sino los compañeros se los llevan puestos”.
Moyanista desde el vamos, el titular de los Recolectores marcó que el hijo del ex jefe cegestista y actual titular de Camioneros, Pablo Moyano, también se retiró del acto enojado por la falta de fecha para la huelga. “Y no lo hizo por atrás si no que fue el único que se fue por adelante del palco”.
“Si no hay un cambio de actitud, el triunvirato se rompe”, sentenció Andrada, adelantando una inminente reunión con la poderosa confederación de gremios del transporte, la Catt, que agrupa a sindicatos de agua, aire y tierra, de cuyas filas escaló, precisamente, Schmid al secretariado cegetista.
Menos contemplativo –aunque su gremio a nivel nacional integra la Catt– fue el titular de Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (Supa), César Aybar: “Al triunvirato le quedó grande la conducción de la CGT y hay que llamar a elecciones para conformar autoridades nuevas a nivel nacional”, pidió.
Con similar sentido, el secretario general del Sindicato de Trabajadores Telefónicos, Claudio César, cuestionó a la conducción cegetista por “desconocer la voluntad popular ante este atropello de ajustes del gobierno de Macri”.
César recordó que el gremio telefónico “desde hace tiempo viene pidiendo un paro nacional” y que al no ponerle fecha concreta, el triunvirato “perdió legitimidad” y “le va a costar recuperarla”.
Los petroleros, en tanto, también apuntaron contra la gestión Macri y expresaron disgusto con la CGT por no enfrentarla decididamente. “Hay una expresión indiscutible y masiva de la cual el gobierno debe tomar nota. Este gobierno deja trabajadores en la calle, pone techo en paritarias y eso ha generado movilización masivas”, evaluó Gerardo Canseco, secretario general del Supeh.
“La conducción nacional de la CGT deberá rever medidas y vemos que el triunvirato no está a la altura de las circunstancias, les falta sustento”, agregó Canseco y se pronunció de manera tajante por un cambio: “Hay que pensar otro modo de conducción”.
Finalmente, el secretario general del Sindicato del Seguro de Rosario, Gustavo Méndez, resaltó que en el acto “la convocatoria fue extraordinaria” y recomendó: “No se debe desviar el eje en que hay un malestar manifiesto”.
Dejando a salvo al triunvirato remarcó que la CGT “no puede cambiar nada” y que la responsabilidad está en la política: “Por eso debemos reorganizarnos políticamente y gremialmente para hacer frente a este gobierno”.
La Uocra sube la presión sobre empresarios que no hacen aportes
La Uocra hará medidas de acción directa en las obras cuyos responsables no pagan los aportes y contribuciones de los trabajadores de la construcción. Así lo adelantó el titular del gremio en Rosario, Carlos Vergara, quien explicó que ya se comenzó a identificar a las empresas de la región que adeudan millones de pesos en aportes sindicales y de obra social: sobre ellas además de avanzar con las acciones legales, el sindicato hará público sus nombres y paralizará sus obras.
La Uocra cruzó datos con organismos de control y, tras constatar que se trata de una deuda millonaria, ratificó que en caso de que los empresarios de la construcción de la región no paguen lo que adeudan se endurecerán las medidas gremiales.
El cruce de datos, a pedido del gremio, lo vienen realizando el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), el Instituto Mandatario de Recaudaciones (IMR) y la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) sobre constructoras de las jurisdicciones de Rosario y San Lorenzo. La cifra que alcanza la mora, aseguró el titular de la Uocra, alcanza “hasta ahora” los 10 mllones de pesos.
Desde el área legal del gremio recordaron que los empresarios son “agentes de retención” obligados a descontar a los trabajadores tanto en concepto de cuota sindical como de aporte para la obra social. Y que, al ser ése el mecanismo establecido por ley y por resolución del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación, el incumplimiento es pasible de multas e incluso de acciones penales.
Vergara calificó a la actitud de estos empresarios como una “estafa” y un “delito” que resiente los recursos del sindicato y de la obra social en perjuicio de los trabajadores y sus familias. En ese sentido, denunció que la evasión de aportes es una maniobra que realizan para “financiarse con la plata de los trabajadores”, a un interés menor que el ofrecido por la plaza bancaria.
Vergara explicó que por ello la Uocra lanzó una fuerte campaña para lograr la regularización, encomendada directamente por el secretario general del gremio a nivel nacional, Gerardo Martínez, y reiteró que desde la seccional Rosario seguirá instando a los empresarios a cumplir con sus obligaciones.