El Ministerio de Salud de Santa Fe busca aumentar la cantidad de donantes voluntarios de sangre para dar mejor respuesta en los hospitales públicos. Del total de donantes por año, menos de un 10 por ciento lo hace de forma regular al margen del pedido concreto de un paciente que requiere transfusión. De hecho, casi la totalidad de las unidades de sangre son colectadas en operativos de colecta en distintos puntos de la provincia. También desde la provincia advirtieron que aumentó el requerimiento de plaquetas, un componente de la sangre utilizado en alta complejidad.
“Hay momentos de desesperación en los que algún médico sale a decir que no hay dadores. Lo cierto es que tenemos que mejorar la forma de donar. Tenemos que generar voluntarios. No se trata de salir a apagar incendios”, indicó Néstor Manselli, coordinador del Programa Provincial de Hemoterapia.
Calidad y cantidad
La semana pasada se conoció por información emitida desde el municipio que Rosario necesita unos 50 donantes por día para cubrir la demanda de todos los centros de salud de la ciudad, y en la actualidad, según informaron desde la Secretaría de Salud local, los donantes diarios son apenas entre 20 y 25, la mitad de los que se necesitan.
La estadística se dio a conocer luego de que se conmemorara el Día Nacional del Donante de Sangre. “En realidad no estamos mal de cantidad sino de calidad. No por la sangre sino por el tipo de donación, que en su mayoría es de reposición, por parte de la familia o el entorno del paciente que ya ha sido transfundido. Es una donación mala y que muchas veces llega tarde”, opinó en diálogo con El Ciudadano Néstor Manselli, a cargo del programa santafesino de hemoterapia.
Según explicó el funcionario, la mayor parte de la sangre donada en Santa Fe es recabada en colectas que hace el Ministerio de Salud cada semana, cuando dos equipos móviles, uno en Rosario y otro en la capital provincial, se instalan en algún lugar predeterminado para llevar a cabo una jornada de recolección. En promedio se toman unidades de treinta donantes en cada uno de estos operativos, de los que participan dos técnicos, un promotor y un médico. Mientras tanto, un porcentaje mínimo de la existencia surge de lo colectado en efectores públicos.
Del total de dadores, que ronda los 35 mil al año, entre el 8 y 11 por ciento por año son voluntarios. El resto son “de reposición”. “El objetivo es ir hacia la donación voluntaria y modificar el modo histórico de cómo se abastecen los efectores públicos y privados de Santa Fe. Si la gente aprendiera que debe donar cada seis meses habría que frenar la cantidad de donantes”, señaló Manselli para mostrar el otro extremo, hipotético, de la situación.
De acuerdo con el profesional, los requerimientos de sangre varían según épocas y demanda. “Sin embargo, hay que estar preparados. Si conseguimos atraer más voluntarios, que se comprometan más allá de lo coyuntural que es salir en ayuda de un amigo o familiar, podríamos controlar y estar preparados para cualquier situación”, precisó Manselli.
En general, entre un 6 y 8 por ciento de las unidades donadas en Santa Fe deben ser descartadas por provenir de personas con alguna enfermedad como hepatitis, sífilis o VIH.
Siempre según el funcionario, ese porcentaje de lo que debe ser descartado es sólo de uno por ciento en los voluntarios, que se someten a periódicos chequeos generales –al igual que cualquier donante– pero son más responsables.
“El donante de reposición, en general, no es absolutamente sincero en la entrevista. Busca ayudar al paciente y lo hace de algún modo presionado. El voluntario responde con sinceridad; no tiene nada que perder y lo hace por la predisposición misma a donar”.
Integrados
Si bien el Estado y los centros de salud privados están en contacto al momento de la emergencia (ver aparte), el Ministerio no cuenta con estadísticas de cuánto se colecta por año en el sector privado.
“Tenemos un año promisorio porque empezamos a trabajar con el Cudaio, que nos va a proveer de algunos recursos más para planificar colectas. Cuando llegan los pacientes y no contamos con reserva en el hospital se activan protocolos de la red del banco de sangre”, indicó Manselli, refiriéndose al sistema que recaba las unidades de sangre necesarias en otros centros de salud, públicos o privados.
“Con estos últimos hay una retroalimentación y no se han negado nunca a darnos sangre cuando se necesitó. Se trata de la vida de una persona. Cuando un sanatorio privado necesita sangre que está en la salud pública la requiere y se le entrega; es mutuo. De hecho, hay muchos centros de salud privados que se han sumado a colectas externas del Ministerio y ambos sectores recabaron para la red. No existe dinero de por medio sino que el sistema funciona por reciprocidad”, aclaró el funcionario.
Capítulo aparte
Dentro de las donaciones en Santa Fe una de las más requeridas en los últimos años es la de “aféresis”, en la que la sangre entera extraída de un donante se separa en sus componentes, se guarda el deseado (plaquetas en este caso) y se restituye el resto al donante. “Este material es requerido cada vez más por la complejidad que han alcanzado las prácticas en la salud pública. Se hacen trasplantes y tratamientos oncológicos complicados en el hospital Víctor J. Vilela, el de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) y el Cullen”, apuntó el funcionario provincial.
El proceso para obtenerlo también conspira con la cantidad de material disponible ya que todo el procedimiento dura entre una y dos horas.
Para llevarlo a cabo la sangre se extrae del brazo del donante a través de una conexión estéril que la dirige a una centrifugadora que separa las células. La máquina centrifuga la sangre para separar las plaquetas de los otros componentes. Las plaquetas se retienen y los demás componentes se restituyen al donante por el otro brazo.
Los requisitos para ser donante de plaquetas por aféresis son los mismos que para ser donante de sangre entera. Sin embargo, deben cumplir con algunas condiciones específicas: contar con examen médico y de laboratorio específico en el Banco de Sangre previo a la donación, tener buenos accesos venosos periféricos y no haber tomado esteroides, aspirinas, ibuprofeno u otros antiinflamatorios en las 72 horas previas a la donación.
Cabe recordar que la donación no disminuye demasiado el número de plaquetas en el cuerpo del donante y las plaquetas donadas son reemplazadas en menos de 48 horas.
“Los costos son más altos a cuenta de que es un material difícil de extraer. En ese sentido queremos generar más voluntarios de este tipo”, agregó Manselli.
Dónde donar
En Rosario es posible presentarse como donante voluntario en tres centros de salud pública: el hospital Dr. Roque Sáenz Peña, ubicado en Laprida 5381; el hospital de Niños Víctor J. Vilela, situado en Virasoro 1855, y el Cemar, en San Luis 2020. Los interesados pueden completar el formulario de Donantes Voluntarios de Sangre vía internet o acercarse a los lugares de extracción de lunes a viernes en los horarios de atención, habiendo tomado un desayuno liviano, no en ayunas. El proceso completo desde la entrevista médica toma sólo media hora y la extracción de sangre no más de cinco minutos. Los hombres pueden donar sangre cada dos meses y las mujeres cada tres, en ambos casos hasta cuatro veces al año.