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En Santa Fe los consumidores pagaron hasta 200% más que en Caba por productos de la canasta básica

Un estudio comparó el listado de Precios Cuidados en Ciudad Autónoma de Buenos Aires con aquellos que pueden ofrecer en el interior del país. Wheelwright, Fuentes y Funes se destacan entre las que registran brechas más amplias respecto de Capital. Desabastecimiento, falta de controles y abusos

Los precios de algunos productos de la canasta básica alimentaria llegaron a venderse un 200% más caros durante enero en algunas localidades santafesinas respecto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba). La brecha más amplia se detectó en la lechuga, aceite y pollo. Funes, Fuentes y Wheelwright se destacan en un relevamiento sobre 50 ciudades como las de remarcaciones más elevadas.

Aunque ya de por sí expresado en porcentajes puede sonar abusivo, la diferencia cobra mayor dimensión traducida a valores reales. En ese sentido, montos de hasta 133 pesos separan algunos productos en territorio santafesino con los del listado de Precios Cuidados de Capital Federal, según difundió la Fundación Colsecor.

Logística, variables estacionales, falta de oferta, de abastecimiento, o de controles, explican parte de la brecha en algunos casos, aunque de ninguna manera llegan a sostener completamente los argumentos para tamaña diferencia en lo que pagan consumidores separados por menos de 400 kilómetros de distancia.

Sólo al revisar los casos de localidades de la provincia de Santa Fe, durante enero, aparecieron brechas del 200% (respecto de Caba) por lo que pagan en la localidad de Wheewright por un kilo de lechuga, o del 80% por el aceite, o del 48% por lo que desembolsan vecinos de Funes por el kilo de pollo. Si bien en el caso de la lechuga emerge la variable estacional, el propio secretario de Comercio Interior santafesino reconoció que en estos casos prevalece un factor abusivo.

Si bien parece poco equitativo el hecho de comparar un artículo de Precios Cuidados en la Capital Federal con la oferta de otra provincia que no integra el programa de control estatal, el fenómeno expone también las consecuencias de la falta de abastecimiento, y el conflicto de comerciantes que deben reemplazar la faltante por artículos que están fuera del acuerdo y, por ende, más caros.

El dilema de los controles

En medio de esta situación, el miércoles se conoció que el gobierno nacional imputó a 10 grandes empresas de consumo masivo por generar desabastecimiento en superficies coemrciales. Esto podría explicar apenas una parte de abismal diferencia en góndolas.

Consultado por este diario, el secretario de Comercio interior de Santa Fe, Juan Marcos Aviano, sostuvo que parte de esas diferencias pueden responder a una cuestión  de naturaleza estacional en algunos productos, o de escasez de ofertas en otro.

Consideró que las brechas en precio de lechuga y pollo responden a  un mercado diverso, donde la disparidad se puede dar incluso en una misma localidad. “Tiene que ver con calidades y otras circunstancias productivas, que además presentan variaciones de acuerdo a la oferta y demanda”, señaló el funcionario.

Por otra parte manifestó que si bien el factor logístico tiene incidencia en el precio final “no puede plantear tanta diferencia”, y que en casos particulares como el aceite, con la amplitud de oferta que pueden garantizar las grandes firmas, los comercios que sostienen la brecha que se maneja respecto de Caba se “están abusando”.

El caso del aceite expone claramente las dificultades respecto de la falta de oferta. Hay 28 marcas que comercializan el producto a nivel nacional, pero en diez de las 50 localidades relevadas se detectó que se vende sólo una de ellas.

Precios descuidados

Los datos surgen del informe mensual que elabora la Fundación Colsecor, una entidad cordobesa conformada por distintas cooperativas y Pymes, que comparó el valor de quince productos en distintas ciudades del país respecto al precio que ofrecen en góndola las grandes superficies comerciales en Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En diálogo con El Ciudadano, Natalia Calcagno, socióloga especializada en economía cultural e integrante de Colsecor, explicó la metodología adoptada en el relevamiento para despejar dudas sobre confusiones en casos particulares.

El análisis se enfoca en 46 localidades de siete provincias argentinas y entre los artículos cotejados aparecen: leche, aceite, harina, yerba mate, azúcar, lentejas, huevos, pan, lechuga, manzana, papa, vacío, nalga y pollo.

Por un lado establecen como referencia el precio promedio general de lo que se paga en las localidades relevadas, mientras que por otro lado aparece la referencia del listado de Precios Cuidados que pagan en Ciudad de Buenos Aires.

Calcagno aclaró que si bien existen factores estacionales o de logística, como ocurre en el caso de la lechuga, que pueden motivar fluctuaciones en los precios entre una provincia y otra, no son variables los suficientemente contundentes como para explicar brechas tan amplias.

De hecho, en el caso particular de la lechuga, producto que marcó la diferencia más amplia, Calcagno consideró que no es una exageración ni mucho menos establecer la comparación entre las localidades santafesinas mencionadas y Caba, ya que se trata de puntos geográficos cercanos y hasta con posibilidades de abastecerse sin mayores dificultades.

Lechuga 

De acuerdo con el estudio, la brecha más amplia de precio en góndola entre Caba y el interior se da en el caso de la lechuga, que durante enero se llegó a pagar, según el promedio general, un 88% más cara. Detrás figuran el aceite un 49% más y el pollo un 41% por encima del precio que paga la población porteña.

Pero, por más amplia que parezca esa brecha, en realidad se trata apenas de una comparación entre el promedio general de lo que se paga en un conjunto de localidades con respecto a Capital Federal.

Es que si se comparan particularmente los precios de una de estas ciudades del interior, mano a mano con Caba, las diferencias llegan hasta el 220%, como es el caso de Saturnino María Laspiur, Córdoba, donde el kilo de lechuga se paga 215 pesos, un abismo respecto de los 67 pesos que establece Precios Cuidados en el centro del país.

No hay que irse hasta otra provincia para detectar abusos de este tipo. Sin ir más lejos, en Wheelwright, Santa Fe, el mismo kilo de lechuga se vende a 200 pesos, según relevó el informe (200% más que en Caba). Por su parte, en Fuentes, se vende a 150 pesos y en Funes a 155, 123% y 71% por encima del listado de Precios Cuidados.

El monopolio del aceite

El caso del aceite también es interesante analizarlo en detalle. La variación al comparar el precio promedio de las 46 localidades y Caba es del 49%, pero cada caso particular arroja diferencias abismales.

La brecha más amplia se da en Eldorado, Misiones, donde el litro de aceite se vende a 209 pesos, una diferencia del 120% respecto de Capital (95 peoss). Detrás de algunas localidades, aparece nuevamente Wheelwright, donde la botella se consigue a 171 pesos, 80% más caro que la referencia.

Es insoslayable el dato de que existen 28 marcas que comercializan el producto a nivel nacional, pero en diez de las localidades relevadas se detectó que se vende sólo una de ellas. La oferta más variada se registró en Tres Arroyos, Buenos Aires, donde hay un abanico de ocho marcas para que el cliente elija.

El pollo también vuela alto

Al analizar el precio del pollo, se detectó que, durante enero, el precio promedio en 40 localidades relevadas estuvo un 41% arriba del valor de lista en el programa Precios Cuidados de Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Pero, como ocurre con cada artículo, al poner la lupa sobre localidades en particular y compararlas con Caba las diferencias vuelven a ser exageradas. Sucede en el caso de Pampayasta Sud, Córdoba, donde el kilo de pollo se vende a 260 pesos, contra los 134 pesos de Capital Federal, una brecha de 94%.

Si bien en este caso las localidades santafesinas no aparecen entre las más perjudicadas, Funes se anota con un precio de lista 48% arriba del porteño, con el kilo de pollo a 199 pesos. Más atrás San Guillermo y Fuentes con 182 y 180 pesos respectivamente.

De carne, ni hablar

Pero también las localidades santafesinas aparecen como la excepción a la regla en casos como el precio del vacío, que al comparar el precio promedio de todas las ciudades con Caba no tuvo prácticamente variación.

Mientras el valor en grandes cadenas de la Ciudad Autónoma roza los 590 pesos por kilo, Funes aparece como el territorio con precio de venta más alto entre las 44 ciudades relevadas. 790 pesos el kilo, un 33% más caro que el valor referenciado.

Fuentes y Wheelwright también se anotan entre las de mayor remarcación con 715 y 690 pesos el kilo, respectivamente.

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