El papa Francisco llamó nuevamente a la Iglesia Católica a la unidad y la armonía, durante su primera celebración de la misa de Domingo de Pentecostés como Sumo Pontífice en la Plaza de San Pedro en Roma.
El pontífice advirtió que la actitud de encerrarse en posiciones de parcialidad conduce a la división y el conflicto. El espíritu de la unidad significa vivir «en la Iglesia y con la Iglesia», dijo Jorge Mario Bergoglio ante unos 200.000 peregrinos y miembros de movimientos religiosos de laicos.
El Papa, que vestía un atuendo litúrgico rojo, señaló que «lo nuevo siempre causa un poco de miedo, razón por la cual la gente muchas veces sólo sigue a Dios hasta cierto punto», porque uno quiere mantener todo bajo el control de sí mismo. Sin embargo, el hombre no debe encerrarse en una actitud miedosa, sino abrirse a las «sorpresas de Dios», acotó el jefe de la Iglesia Católica.
Francisco ratificó su llamamiento a los católicos para que «abran las puertas y salgan afuera para transmitir la alegría de la fe y el encuentro con Cristo».
Ya en la noche del sábado, Francisco había celebrado una gran fiesta de la fe en la Plaza de San Pedro durante la cual pronunció un largo discurso, en gran parte improvisado, pidiendo coraje y paciencia para difundir la fe y abogando por una «cultura del encuentro».