Antonio A. tiene 88 años y un corte en el cuello que lo mantiene internado en terapia intensiva. Un conocido abusó de su confianza para que abriera la puerta de su casa. Una vez que lo hizo, lo empujó y le exigió dinero, explicó la Fiscalía. El recién llegado no se llevó nada pero hirió gravemente al anciano. Le hizo un profundo corte en el cuello que lo dejó en terapia intensiva. Este jueves, el sospechoso de 40 años fue imputado por la fiscal Gisela Paolicelli y quedó en prisión preventiva por orden del juez Luis María Caterina.
Eran cerca de las 18.30 del miércoles cuando Carlos golpeó la puerta de Antonio en Solís al 1700, según la imputación. El anciano vio que era alguien conocido y abrió. El sospechoso se fue encima, lo empujó al interior de la vivienda y lo amedrentó con un cuchillo. Le pedía plata al tiempo que lo asustaba con el arma blanca. Hubo un intento de Antonio de sacárselo de encima y un corte en su garganta. Uno solo pero lo suficientemente profundo para dejarlo en grave estado. La víctima se encuentra internada en terapia intensiva. El médico determinó que la herida generó riesgo de vida en Antonio.
El agresor se fue con las manos vacías. Dos días después un hombre fue detenido por la Policía de Investigaciones (PDI) en Pasaje Siripo y Anchiris con un cuchillo. Marchó preso. Al rato familiares de Antonio se enteraron del arresto y se acercaron a la Policía a contar que el detenido era la misma persona que había atacado al anciano poco antes. Según PDI el sospechoso tenía señales compatibles con un forcejeo.
Este jueves Carlos Ramón Anacleto R. fue imputado por la fiscal Gisela Paolicelli en audiencia pública. Le achacó el delito de tentativa de robo calificado por el uso de arma blanca y por lesiones graves. El sospechoso, que dijo ser carpintero y vendedor ambulante, admitió que fue a la casa de Antonio pero negó el hecho. Dijo que fue a vender rifas. También denunció las circunstancias de su detención y aseguró que fue golpeado. Ante ello, la defensora oficial Adriana Lucero pidió una investigación y la fiscal Paolicelli requirió la remisión de una copia de la declaración a la Unidad Fiscal de Violencia Institucional.
Seguidamente su defensora pidió la invalidez de la detención de su cliente y la libertad con prohibición de acercamiento a la víctima, subsidiariamente un arresto domiciliario con tobillera electrónica. Pero el pedido no tuvo éxito. El juez Luis María Caterina le dio la derecha a la Fiscalía.
El juez resolvió disponer la legalidad del arresto, dictar la prisión preventiva por el plazo de ley contra Carlos R., es decir dos años con posibilidad de revisión en 60 días y disponer la revisión del imputado del imputado por el médico forense. Mientras Antonio hace fuerza para recuperarse de la herida en el HECA.