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En tiempos de desencanto, todos quieren ocupar el centro

Los principales frentes políticos santafesinos buscan ensanchar sus propuestas con figuras extrapartidarias y nuevos aliados. A una semana del cierre de listas, los movimientos de cada coalición presagian una campaña orientada a capturar el voto blando del electorado de centro

A medida que se instala un escenario de polarización cada vez más marcado, los diferentes partidos y frentes de Santa Fe ensayan desplazamientos hacia el centro del espectro político. Nadie quiere quedarse en las márgenes; intuyen que en tiempos de Covid, con la incertidumbre que conlleva la pandemia y sus consecuencias sociales y económicas, la ciudadanía se volcará hacia opciones moderadas y previsibles. El reciente cierre de alianzas para las primarias de diputados y senadores nacionales ratifican esa hipótesis.

El Frente de Todos y Juntos por el Cambio apuestan a condensar el grueso del electorado. En esos espacios observan cierto hartazgo del electorado respecto de la política tradicional, uno de los motivos que los llevó a convocar figuras extrapartidarias para encabezar las listas de precandidatos, sobre todo por el lado del macrismo. En un año con poco clima electoral, buscan la forma de renovar sus propuestas y aumentar su base de sustentación.

La polarización entre los dos grandes frentes nacionales, inmutable desde 2015, dificulta la construcción de una tercera vía. Se retroalimentan entre sí: el gobierno de Alberto Fernández buscará imponerse ante lo que consideran el pasado –el macrismo y sus variaciones–, mientras que, en los distintos campamentos de Juntos por el Cambio, ahora sin jefaturas excluyentes, apuestan a un triunfo en las elecciones de medio término que genere expectativas de cara a 2023. En ese esquema, no hay lugar para terceros.

Aunque se trate de una elección nacional para renovar las dos cámaras del Congreso, lo cierto es que serán 24 elecciones distintas que se realizarán en simultáneo en la misma fecha. Cada provincia tiene sus tradiciones y su propia dinámica. En el caso de Santa Fe hay algunas particularidades que la diferencian de los otros distritos: el Frente Progresista buscará sostener en las urnas el escenario de tres tercios que, aún con algunas anomalías, caracteriza a la política provincial desde 2011.

La presentación de las alianzas que competirán en las primarias del 12 de septiembre abona a esa hipótesis. Los principales frentes políticos santafesinos ensancharon sus respectivas composiciones y todos los movimientos registrados durante las últimas semanas apuntan a lo mismo: construir un espacio potente, de centro, capaz de representar a los propios y también a todos aquellos que están desencantados con la política tradicional.

El dilema peronista

En su primera prueba electoral desde que recuperó el poder en la provincia, el peronismo debate puertas adentro cuál es la mejor estrategia para afrontar las primarias. El presidente del PJ provincial, Ricardo Olivera, entiende que lo mejor es lograr una lista de unidad que contenga a todos los sectores partidarios. A diferencia de los comicios locales, donde habrá internas en las principales ciudades y comunas de la provincia, la cúpula del PJ se inclina por la idea de un acuerdo amplio que exprese cohesión y unidad.

Ese dilema mantiene a los distintos sectores partidarios en plena rosca para la definición de las precandidaturas. Semanas atrás, el ministro de Gobierno de Santa Fe Roberto Sukerman –de la Corriente de la Militancia que lidera Agustín Rossi– dejó entrever que la Casa Rosada incidirá en las definiciones de los nombres propios. Se trata, en definitiva, de una elección de legisladores nacionales y el gobierno de Alberto Fernández necesita sumar bancas en el Congreso para encarar la segunda mitad del mandato.

En ese punto es donde se cruzan los intereses de la Casa Rosada y del gobierno de Omar Perotti. Santa Fe es una de las ocho provincias que, además de diputados, este año elegirá a sus tres senadores nacionales para el período 2021-2027. Quienes ocupan hoy esas bancas por el oficialismo –el perottista Roberto Mirabella y la kirchnerista María de los Ángeles Sacnun– suenan como posibles candidatos. El problema es el orden en que se conforme la lista. De las tres bancas en juego, dos son para el ganador y la restante para la primera minoría.

Ocho alianzas participarán de las primarias para diputados y senadores nacionales en Santa Fe

Perotti sabe que Alberto y Cristina buscarán incidir en la estrategia electoral porque Santa Fe es la única de las provincias centrales en las que el peronismo tiene alguna chance de ganar, según los sondeos y las encuestas que circulan por estos días. Córdoba, Mendoza, Entre Ríos y la cuidad de Buenos Aires aparecen como causas perdidas para el actual oficialismo, que apuntará sus cañones a la provincia de Buenos Aires. Pero, ¿con qué nombres, con qué propuestas y con qué mensaje encarará el peronismo la campaña en tierras santafesinas?

Se ha dicho aquí: Sacnun es una dirigente 100% identificada con Cristina, pero tiene bajo grado de conocimiento fuera del núcleo duro, lo que aparece como una limitante al momento de pensar en el voto blando del tercio de indecisos que termina definiendo cada contienda electoral. En cambio, con Mirabella –aún con bajo nivel de conocimiento, como su actual compañera de bancada– el peronismo santafesino podría repetir la experiencia de 2015 y 2019, cuando con Perotti a la cabeza de las listas logró contener los votos del kirchnerismo y sumar a otros espacios peronistas más ortodoxos o conservadores.

El perottismo ya dio señales sobre esa estrategia. Sin despegarse del oficialismo nacional, al que necesita por una cuestión básica de recursos y de relaciones políticas, gobernador tomó distancia de algunas medidas nacionales sobre temas que resultan sensibles para Santa Fe. Criticó el cierre temporal de las exportaciones de carne y se diferenció del presidente en el Caso Vicentín. Mirabella acompañó cada una de esas posiciones. Y ahora hizo lo mismo durante el debate por la ley de biocombustibles: “No es la ley que más me gusta, pero es la ley posible”.

El actual senador nacional –que está completando el mandato para el cual fue elegido Perotti en 2015– le habla a un electorado de centro y busca que esos votos no se vayan masivamente a los otros frentes políticos. En esa faena, el gobierno provincial sumó en las últimas semanas una nueva aliada: la diputada Cesira Arcando, referente del partido FE, de buen diálogo con los sectores rurales que desconfían de todo aquello que incluya la letra K. Sin fisuras y con nuevos integrantes, el Frente de Todos va a las urnas en busca de revalidar los resultados de 2019 en una elección que también es un plebiscito de las actuales gestiones nacional y provincial.

Las oposiciones

En el campo opositor, a lo largo del último año y medio, hubo movimientos frenéticos. Ya nada es como hasta 2019. Dos años atrás, la ciudadanía eligió a Alberto Fernández para ordenar el descalabro económico que dejó Macri y a Omar Perotti para solucionar un problema endémico: la inseguridad. Poco después, se toparon con el coronavirus y el resto de la historia ya es conocida.

El cambio de signo político en la provincia aceleró los desplazamientos. Como enseñó el doctor Bilardo, los resultados mandan. Durante el macrismo, Juntos por el Cambio ya había sumado al sector de la UCR santafesina liderado por José Corral que abandonó el Frente Progresista. Este año, tras la muerte de Miguel Lifschitz –el principal elector, según todas las encuestas–, los correligionarios del NEO capitaneados por Maximiliano Pullaro hicieron las valijas y se mudaron al equipo de Juntos por el Cambio, un espacio que, ahora sin caciques, definirá sus nuevos liderazgos en una gran interna a cielo abierto. El ex ministro de Seguridad irá como precandidato a senador en la lista que postula al legislador provincial del PRO Gabriel Chumpitaz como primer diputado nacional.

El macrismo pretende recuperarse de la derrota de 2019 y para ello abrió el libro de pases: en Santa Fe, además del poderoso sector de la UCR-NEO (que tiene mayor despliegue territorial), intentarán sumar a la mediática diputada Amalia Granata para formar dupla con Federico Angelini en las primarias de senadores nacionales. Con la misma lógica, el radical Mario Barletta fichó a la periodista rosarina Carolina Losada, mientras que su ex socio político Corral avanza en un armado mixto del cual participarán –aseguran– el concejal del PRO Roy López Molina y dirigentes de la Coalición Cívica que cuentan con el apoyo de Elisa Carrió.

En los papeles, la fuga del NEO debilita al Frente Progresista, que ahora volverá a llamarse, como en 2011, Frente Amplio Progresista. En el inicio de la campaña los socialistas pusieron a circular viejos videos de Hermes Binner y Miguel Lifschitz. Buscan capitalizar el efecto nostalgia, cierta idea de que antes de Perotti la provincia estaba mejor. El gran desafío del progresismo será evitar que la grieta nacional los devore, como pasó en las elecciones legislativas nacionales de 2015, 2017 y 2019. “Argentina sigue necesitando de una propuesta como la que encarna el FAP”, resumió en las últimas horas Rubén Galassi, uno de los armadores de la lista que encabezará Clara García.

Santa Fe: Un dilema que tiene solución

A diferencia de las épocas en las que Binner o Lifschitz tomaban las decisiones por cuenta propia, en base a su propio sustento electoral, ahora no hay líderes que consigan sintetizar las voluntades de todas las fuerzas que integran la coalición. Rápido de reflejos, el intendente Pablo Javkin puso en marcha su propio espacio para dar pelea en las primarias. Javkin armó su lista de concejales y también buscará posicionarse como referente del sector que enfrentará al socialismo en las Paso del 12 de septiembre. El otro intendente con voz y votos propios, el santafesino Emilio Jatón, juega en forma orgánica en apoyo a la precandidatura de Clara García.

La tan mentada “ampliación” del Frente Progresista, que se empezó a debatir tras las elecciones intermedias de 2017 y cobró mayor fuerza después de la derrota de 2019, se canalizó este año con el regreso al seno materno de Rubén Giustiniani y su partido Igualdad. Para ese sector, seguir al margen de las principales coaliciones significaba un aporte meramente testimonial, sin ninguna chance real de acercarse a la disputa por el poder. Ahora, como aliados de Javkin, Giustiniani y el sector de la UCR autodenominado Radicales Libres avanzan en la conformación de una propuesta alternativa que sume volumen a la interna del progresismo, con la meta de no quedar atrapados por la grieta. El objetivo final: vencer al peronismo en las próximas elecciones provinciales.

El 12 de septiembre quedarán definidas las listas para las elecciones generales. Y el 14 de noviembre, con los resultados puestos, Santa Fe tendrá una foto fidedigna sobre el momento político en que se empezará a rodar la película de 2023.

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