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En un año, hubo 377 denuncias por bullying en Santa Fe

Un informe de una ONG la ubica detrás de Buenos Aires y de la Ciudad Autónoma con 377 presentaciones. Para el docente Arístides Álvarez la provincia cuenta con más lugares para consultar y asistir a las víctimas

Santa Fe es la tercera provincia del país con mayor cantidad de casos de bullying denunciados en la Justicia, en el Ministerio de Educación y en reportes de hospitales públicos. El dato se desprende de un informe realizado por la ONG Bullying Sin Fronteras. En el período que va desde octubre de 2016 al mismo mes en 2017, en Santa Fe hubo 377 denuncias, por debajo de la provincia de Buenos Aires con 587 y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con 527.

El informe arrojó que las causas del acoso escolar son distintas según el género. Entre las chicas, la agresión o discriminación se fundamenta en la belleza y entre los chicos en el mal rendimiento deportivo. Para el director del Instituto Superior Zona Oeste, Arístides Álvarez, las cifras obedecen a una mayor densidad poblacional y a que en Santa Fe existen más dispositivos para denunciar que en otras provincias.

“La visibilización y la toma de conciencia de la problemática hizo que las personas denuncien más que antes”, opinó Álvarez, en diálogo con El Ciudadano.

En aumento

El término «bullying» hace referencia al acoso escolar y al maltrato físico, verbal o psicológico que se da entre compañeros. Los datos nacionales provenientes de las denuncias que llegan al Ministerio de Educación y a la Justicia, de los reportes de hospitales públicos y de investigaciones de ONGs mostraron que el acoso juvenil creció un 30 por ciento anual durante los últimos tres años.

Una encuesta hecha por el Ministerio de Educación de la Nación señaló que 7 de cada 10 chicos protagonizó o presenció una situación de bullying, y 3 de cada 10 sufrió acoso. Los números ubican a Argentina en el primer puesto del ranking latinoamericano. Los datos de Rosario siguen la tendencia nacional.

Para Álvarez, las cifras representan un aumento en las denuncias. La visibilización del acoso en las escuelas permitió que los adultos intervengan en los conflictos de manera temprana.

Otro factor que explica los números es que el creciente acceso a la tecnología y a Internet, facilita el aumento de casos de Bullying en chicos de jardín y de los primeros años de escuela primaria.

“El bullying existió siempre. Antes quedaba en el aula y ahora se traslada a los hogares a partir del uso de Internet que favorece el acoso a través de las redes sociales. El mal uso de la tecnología permite que cada vez más chicos usan teléfonos celulares”, explicó el docente.

Entre alumnos

Para que un conflicto entre compañeros de una escuela se considere bulliyng tiene que darse de forma reiterada y a lo largo del tiempo contra la misma persona. Excluir a un compañero de un grupo de amigos, no integrarlo a un equipo de trabajo o molestarlo porque se comporta diferente, son ejemplos del acoso juvenil que se da sobre todo en escuelas primarias y en los dos primeros años de secundaria.

El informe de la ONG Bullying Sin Fronteras mostró que el acoso se manifiesta de diferente manera según el género. El 45 por ciento de las chicas son acosadas por su belleza. Cómo se visten, cómo se peinan y si tienen novio motivan el bullying entre compañeras. Le siguen el rendimiento escolar superior y los defectos físicos.

Para los chicos el desempeño deportivo marca la diferencia. El 35 por ciento de los casos de bullying se da en chicos que no son buenos en deportes. Le siguen el rendimiento escolar superior y la belleza.

“Entre los casos que se dieron en la escuela, las chicas sostuvieron los conflictos más tiempo que los varones. Para ellos, es importante que el docente de educación física integre al alumno que no es tan habilidoso en los deportes. Todos tenemos alguna habilidad y el docente tiene que colaborar a destacarla”, explicó Álvarez.

Acciones colectivas

Álvarez explicó que para prevenir una situación de bullying o acoso es fundamental que los docentes y directivos de las escuelas intervengan ante cualquier conflicto entre los alumnos. La tarea del preceptor resulta importante porque es la persona que más contacto tiene con los chicos.

El docente también propuso organizar acciones colectivas dentro de la institución para visibilizar la problemática y fomentar la solidaridad entre compañeros. Como ejemplo mencionó designar alumnos como mediadores, organizar charlas, talleres y acciones desde el centro de estudiantes, planificar campamentos o coordinar acciones solidarias.

“Tenemos que mirar al otro como un igual. Es importante que nos involucremos y pidamos ayuda. No hay que negar el tema. La violencia social llega a las escuelas. Debemos ser responsables como padres y docentes y no echarnos culpas mutuamente”, concluyó.

Dónde denunciar

El 0800 Convivencia Escolar (0800-222-1197) es la línea gratuita del Ministerio de Educación de Nación para atender situaciones conflictivas de convivencia en las escuelas o de vulneración de derechos. También pueden dirigirse al Instituto de la Mujer o a la Dirección Provincial de la Niñez.

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