En un partido plagado de incidencias, Gimnasia y Esgrima de La Plata derrotó con justicia y sufrimiento por 3 a 2 a Quilmes como local, en la apertura de la decimotercera fecha del torneo de Primera División, que marcó el regreso del fútbol local, tras la suspensión por la muerte del futbolista Emanuel Ortega.
Para entender el desarrollo del partido hay que ir a los ocho minutos de partido, cuando el árbitro Jorge Baliño expulsó por doble amarilla a Lucas Pérez Godoy en el visitante.
Ese momento fue clave, porque en las dos jugadas siguientes, el «Lobo» llegó al gol gracias a un despeje desafortunado de Sebastián Romero y un contragolpe coronado de forma perfecta por Nicolás Mazzola, para quedar 2-0.
Sin embargo, con un hombre menos, Quilmes -que llegaba con su DT Julio Falcioni cuestionado- intentó igualmente reaccionar y lo logró por intermedio de un penal convertido por Claudio Bieler, a los 28 minutos.
En el complemento, Gimnasia parecía liquidar la historia por un tiro libre de Ignacio Fernández que, con desvío incluido, volvió a ampliar la diferencia para el «Lobo» de Pedro Troglio.
Pero el «Cervecero» se puso a tiro del heroico empate a quince minutos del final con un golazo terrible de Bieler, que de volea la colgó del ángulo del arquero Nicolás Navarro.
Justamente fue Navarro la figura en ese tramo final del encuentro, a la que la expulsión de Osvaldo Barsottini le agregó un plus de dramatismo.
Gimnasia, pese al sufrimiento, pudo conseguir una victoria importante, porque sumó por sexto encuentro consecutivo y llegó a los 17 puntos en el campeonato.
Los de Troglio fueron dominadores de la mayor parte del encuentro, pero se mostraron endebles defensivamente, incluso pese a contar con un jugador más durante 75 minutos.
Quilmes fue paciente en su peor momento, cuando quedó 0-2 a los 12 minutos, y ladrillo por ladrillo fue edificando una sólida actuación, aprovechando los errores de Gimnasia.
Es cierto también que tuvo un guiño del árbitro Baliño, que cobró un penal muy discutible de Barsottini sobre Bieler, que el centrodelantero cambió por gol.
El inicio del segundo tiempo fue totalmente favorable a Gimnasia, que arrinconó a Quilmes y tuvo para liquidarlo. La más clara estuvo en un derechazo de Jorge Rojas que pegó en el palo y un cabezazo que Álvaro Fernández erró inexplicablemente solo en el área chica.
Después de ese sofocón llegó el tiro libre de «Nacho» Fernández, que se metió contra un palo gracias a un desvío en la barrera del «Cervecero».
Y otra vez en el peor momento de Quilmes llegó el descuento de Bieler, que le dio vida a los dirigidos por Julio Falcioni.
El empate estuvo en la cabeza del defensor Joel Carli, a los 32 minutos, cuando quedó en posición de centrodelantero, y motivó una tremenda reacción de Nico Navarro, que la sacó por encima del travesaño.
Gimnasia festejó, sufrió también, pero sumó tres puntos importantes para ratificar su buen momento y aspirar a cerrar de la mejor manera la primera parte del torneo, antes del receso por la Copa América.
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