La categoría de mejor actriz en la edición número 93ª de los premios Oscar que se entregarán este domingo ofrece un diverso abanico de interpretaciones en el que ninguna de las candidatas se posiciona como la favorita de la ceremonia, luego de una temporada de galardones cinematográficos en la que todas las nominadas fueron reconocidas por su trabajo.
Si bien los resultados de los lauros que entrega el Sindicato de Actores estadounidense, en los que este año triunfó Viola Davis por su papel como la legendaria cantante Ma Rainey en La madre del blues, suelen verse reflejados en los de la Academia de Hollywood, esta vez las predicciones están más reñidas ya que ni ella ni sus colegas lograron imponerse entre los votantes de la industria y la crítica.
En ese sentido, Davis, que se llevaría su segundo Oscar tras conseguir la estatuilla en 2017 por su rol de reparto en Fences, es una de las probables ganadoras gracias a su potente encarnación de la temperamental y mandona artista, una de las primeras bluseras en grabar en estudio a comienzos del siglo pasado.
Con su entrega de cuerpo entero al personaje, mostrando sus dotes vocales y transformándose físicamente con una suba de unos cuantos kilos, y con un cargadísimo maquillaje y hasta prótesis dentales de oro, la actriz podría conseguir así una de las cinco nominaciones por las que compite el film de Netflix dirigido por George C. Wolfe.
En segundo lugar, se encuentra la ya dos veces ganadora del Oscar Frances McDormand, candidata en esta terna por su protagónico en la cinta dramática Nomadland, la gran favorita de la ceremonia junto a su realizadora, Chloé Zhao.
McDormand, que viene de conseguir ese premio en 2017 por Tres anuncios por un crimen y en 1996 por Fargo, también se ubica como una fuerte apuesta luego de llevarse el Bafta británico en esa categoría por su sensible y natural interpretación de una mujer que, tras perder a su esposo y al pueblo en el que vivía, se lanza a la ruta para vivir de manera nómade en busca de trabajos esporádicos que le permitan sobrevivir.
La brillante actriz estadounidense demuestra lo mejor de sí con una presencia constante que conduce la narrativa pero que también sabe correrse del foco para dar paso al tema del que la película quiere hablar: el fenómeno de los adultos estadounidenses que adoptaron una vida nómade tras la crisis económica de 2008.
En una de las demostraciones de lo de mejor de su destreza, McDormand transmite con nostalgia y dulzura el proceso personal y los desafíos materiales con los que se encuentran quienes son expulsados del sistema y sobreviven a través de un cambio radical.
También pisa fuerte en esta terna la británica Carey Mulligan, que vuelve a estar nominada en los Oscar doce años después de su primera candidatura con Enseñanza de vida en 2009, esta vez por su rol protagónico en Hermosa venganza, una comedia negra en la que se convierte en Cassie Thomas, una mujer de 30 años que vive con sus padres tras dejar sus estudios luego de que su mejor amiga de la infancia fuera víctima de un hecho de abuso en la universidad.
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Motivada por el dolor y la sed de venganza, todas las noches, la joven sigue un plan para reeducar a los varones violentos con intimidantes lecciones sobre consentimiento y machismo, en una cruzada que la actriz encarna con una actitud oscura que se contrasta con los gestos casi adolescentes que adopta cuando, inesperadamente, comienza una relación con un ex compañero de la universidad.
Con soltura, Mulligan ofrece un trabajo angelado y feroz que balancea con habilidad para darle vida a este intrigante personaje que rompe con las miradas habituales sobre las mujeres y la violencia de género en las producciones cinematográficas recientes, por el que resultó premiada en los últimos Critics’ Choice Awards.
En cuarto lugar, aparece la cantante estadounidense Andra Day, una de las inesperadas de la entrega ya que The United States vs. Billie Holiday es su primer largometraje, luego de prestar su voz en la animada Cars 3 (2017), en el que interpreta a esa emblemática figura del jazz e ícono de la comunidad afroamericana, que le valió el galardón a mejor actriz en la última edición de los Globos de Oro.
Un gran desafío actoral para Day, más allá del plus que aporta su talento musical, la película se traslada a la década del 40, época en la que Holiday se convirtió en el rostro elegido por el Gobierno de Estados Unidos para racializar la “guerra contra las drogas”, en coincidencia con el período de su vida en el que padecía una fuerte adicción a la heroína y otras sustancias psicoactivas.
Esta es la segunda nominación en los premios Oscar para Day, que en 2017 fue candidata junto al rapero Common en la categoría mejor canción original por Stand Up for Something, del film Marshall.
La categoría se completa con la británica Vanessa Kirby, reconocida mundialmente por su rol de la princesa Margarita en la exitosísima serie de Netflix The Crown, que llega a esta entrega por su trabajo como protagonista en Fragmentos de una mujer, del húngaro Kornél Mundruczó.
En la película, Kirby interpreta a Martha, una mujer que debe enfrentarse al más profundo dolor y atravesar un inimaginable duelo tras la pérdida de su bebé recién nacida, lo que acarrea inevitables cambios en sus relaciones y en su mirada sobre sí misma y los demás.
Aunque no ganó en ninguno de todos los certámenes de gran calibre en los que resultó nominada, la actriz destaca por su convincente y llana labor en esta historia emocionalmente difícil.
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