En el marco de la nueva fase de distanciamiento social, en vísperas del Día del Padre y con la yapa de que los comercios céntricos y barriales de la ciudad ampliaron su horario de atención desde este martes, las expectativas están puestas en que repunten las ventas para compensar (aunque sea un poco) todo lo perdido en los últimos meses por el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Los comercios de barrio abren de lunes a sábados, de 9 a 13 y de 16 a 20; mientras que en el centro el horario es, de 11 a 19 de lunes a viernes, y los sábados de 9 a 18. Desde el sector, adelantaron que están gestionando con la Municipalidad la posibilidad de que este sábado los negocios puedan abrir sus puertas hasta las 20: dos horas más de lo permitido hasta ahora.
Además, este viernes abrirán los shoppings Paso del Bosque, Alto Rosario y Portal Rosario, de 12 a 20 (no así los patios de comidas, entretenimientos y juegos). Tomarán la temperatura al ingreso y exigirán medidas de distanciamiento e higiene dentro de los locales.
En el inicio de la fase 4 de la cuarentena, desde la Asociación de Comerciantes de calle San Luis explicaron que la venta fue sólo de un 30 por ciento en el sector mayorista, en comparación a un mes normal. En tanto, desde la Asociación Civil Casco Histórico aseguraron que la actividad se complicó y fue menos de la esperada por el histórico paro (de 23 días) de los choferes de colectivos en Rosario.
Miguel Rucco, presidente de la Asociación de Comerciantes de calle San Luis, contó a El Ciudadano que desde que se amplió el horario comercial, previo al Día del Padre, el principal anhelo es que repunten las ventas y poder recuperar algo de lo perdido en los últimos meses por la pandemia.
«Ampliar el horario comercial es muy positivo. Nos da la posibilidad de abrir por más horas, vender más y brindarle un mejor servicio a los clientes», aseguró el referente de calle San Luis.
Rucco contó que por el aumento de los casos de infectados por Covid-19 en Buenos Aires y las recomendaciones de no viajar allá, el sector mayorista de rubros como el textil, lencería, mercería y telas, aumentó sus ventas desde un 30 a un 50 por ciento aproximadamente. «Todavía estamos a media máquina en comparación a lo que trabajábamos antes de la pandemia», aseguró el comerciante.
En referencia a las compras por el Día del Padre, Rucco dijo que las personas eligen obsequios económicos: «Se llevan tazas con la famosa frase de «Feliz día papa», a 140 pesos; remeras que oscilan en los 300 pesos; calzoncillos; medias y bufandas, entre otras cosas».
Y cerró: «El sábado abren todos los comercios y habrá descuentos con pago en efectivo y con de tarjetas de crédito».
Por su parte, Fabio Acosta, representante de la Asociación Civil Casco Histórico, que nuclea a unos 4 mil comercios de la ciudad (desde bulevar Oroño, Pellegrini y el río), dijo que la decisión de ampliar el horario comercial lo toman «como una bocanada de aire fresco para la actividad».
«Hay más satisfacción, más movimiento comercial, y de esa manera, los comerciantes no pierden oportunidades de ventas. Desde que se dio esta extensión, se vieron largas filas de clientes en los negocios y tenemos grandes expectativas para el sábado», sostuvo el referente del Casco Histórico.
Con respecto a las ventas por este día especial, Acosta, en coincidencia con su par Rucco, dijo que las ventas se incrementaron cerca de un 50 por ciento. «De todas maneras, la semana que viene tendremos un promedio más certero».
«Lo que se está vendiendo bien es ropa deportiva, calzados y la reposición de la ropa de invierno. Las ventas electrónicas que siempre fueron la vedette, como celulares y notebooks, se tornaron inalcanzables por el aumento de precios. Ya pasaron a ser objetos de lujo», aseguró Acosta.
«Los comerciantes siguen complicados. Estamos expectantes en que suban las ventas, pero estimamos que va ser positivo», concluyó el representante de Casco Histórico.
Los referentes del sector señalan que los negocios se prepararon para vender todo lo posible para el Día del Padre, aunque son conscientes de que se trata de un contexto muy particular, en el que las ventas se moverán algo más que en los días previos, pero sin alcanzar los registros de años anteriores.
