Una mujer preocupada porque desde octubre no tenía noticias de su tía y su prima, que vivían en la misma casa, dio el aviso a al Justicia, contrató un cerrajero para abrir la puerta de la vivienda y al ingresar en la tarde de este viernes junto a peritos del Ministerio Público de la Acusación se encontró con un desolador cuadro: los cuerpos en avanzado estado de descomposición de sus dos familiares.
Carmen Pilan Ivonna, de 82 años, y su hija María Giménez Ivonna, de 44, vivían en una casa ubicada en calle Zuviría al 1000, entre Dorrego y Vélez Sársfield. Esto es en el barrio Sargento Cabral de la capital santafesina. Después del procedimiento, algunos vecinos coincidieron en que no veían a la mayor de las mujeres desde hacía unos seis meses, y a la menor desde hacía tres. Y que comenzaron a sentir olores nauseabundos que sospechaban emanados de la vivienda donde residían.
Sin embargo, el aviso lo dio la sobrina y prima de ambas víctimas, una mujer de 55 años.
El estado de los cuerpos impidió en un primer momento establecer las causas de la muerte de madre e hija, ni siquiera desde cuándo estaban fallecidas.
En el lugar intervino personal policial de la Seccional 5° para resguardar la escena. Los cuerpos de Carmen y María fueron trasladados a la morgue judicial para la realización de la autopsia correspondiente, lo que permitirá determinar las causas y circunstancias de las muertes. La causa quedó en principio a cargo de la fiscal Alejandra del Río Ayala. Una de las hipótesis remite a la muerte natural de la mayor de las mujeres, tras lo cual podría haber fallecido su hija, una persona con discapacidad, por no poder valerse sola.
Luego del trabajo de los peritos, familiares de las víctimas ingresaron a la vivienda para limpiarla y descartar efectos en mal estado que permanecían en el interior.
