La Fiscalía Regional Segunda comunicó que, pasadas las 17 de este jueves, los cinco hermanos de entre ocho meses y cinco años de apellido Batauz, que estaban siendo buscados desde hacía dos días, fueron restituidos al domicilio de su abuela paterna en la ciudad de San Lorenzo y que se encuentran en buen estado de salud. Los niños serán puestos a disposición de la Dirección Provincial de Niñez.
El paradero de los padres es desconocido por las autoridades. Lo que ocurrió fue que, tras retirar a los niños de la vivienda de la abuela, que los tenía en custodia por orden de la Justicia, la madre los dejó a cargo de su compañero, quien luego los volvió a llevar al domicilio de su madre. La mujer, entonces, se presentó junto con ellos en la comisaría.
Los pequeños eran buscados intensamente en San Lorenzo luego de que fueran retirados ilegalmente por sus padres de la casa de la abuela. El hecho ocurrió en el marco de acciones por parte de agencias estatales por conflictos interfamiliares que incluyen violencia física y derivaron, para los progenitores, en una prohibición de acercamiento a los chicos.
Se trata de Thiago, de ocho meses, Berenice y Sebastián, ambos de tres años, Natasha, de cuatro, y Javier, de cinco.
Los conflictos en la familia Batauz derivaron en una intervención del equipo interdisciplinario de la Dirección Provincial de Niñez y el posterior dictado de una medida de protección excepcional, ya que según la Justicia, ningún adulto familiar directo podía garantizar el cuidado de los menores. Fue entonces que los padres se llevaron a los pequeños.
Mariela Chile, funcionaria de la Dirección de Niñez de San Lorenzo, había explicado, en comunicación con medios de San Lorenzo, que “el padre ejercía violencia contra la madre de manera reiterada, además de tener causas judiciales por uso de armas y drogas”. La funcionaria completó entonces al cuadro de riego para los pequeños al señalar que la madre no era capaz de garantizar el bienestar de sus propios hijos. “Es un contexto de vulnerabilidad total que nos obliga a actuar, porque ninguno de los papás está en condiciones de criar a esos chicos. A partir de allí, se pidió la ayuda de lo que se conoce como una familia ampliada”, precisó Chile. Del relevamiento del área provincial surgió el escenario de extrema vulnerabilidad en el que vivían los hermanos: no había calendario de vacunación al día, no recibían cuidados básicos de salud y no estaban anotados en ningún nivel de escolaridad.