Por Cosecha Roja
“Es Anahí. Es ella”, dijo Juan, el primo de Anahí Aldana Benítez, desaparecida desde el sábado 29 de julio a las cinco y media de la tarde. Lo dijo desde la puerta de la Morgue de Lomas de Zamora. Adentro del edificio, desde las siete, estuvieron el hermano y los padres de la adolescente de 16 años.
“Anahí era una chica muy dulce, cuidaba mucho su salud, hacía deporte, una artista de puta madre. Una chica de las pocas que hay”, contó Juan a los periodistas.
El primer parte médico forense que llegó a la Fiscalía pasadas las diez de la noche concluyó en que la adolescente murió por “asfixia no por compresión”. En el informe se da la data de muerte: entre 24 y 48 horas antes del hallazgo.
Por la tarde, la Policía Bonaerense había encontrado un cuerpo en la reserva de Santa Catalina de Llavallol, partido de Lomas de Zamora. Después de varias horas de trabajo de los efectivos y los peritos, el cadáver, que estaba bajo tierra, fue trasladado a la Morgue Judicial.
Muy cerca de ese lugar estuvo por última vez Anahí Benítez antes de desaparecer. Por la tarde, la familia había dicho a Cosecha Roja, que todavía no habían podido confirmar que el cuerpo semienterrado fuera el de la adolescente.
Anahí salió de su casa en Banfield el sábado a la tarde. Le dijo a su mamá que iba al parque, que volvía en un rato. Se escribió con una de sus mejores amigas cerca de las cinco. Esa fue la última vez que se supo algo de ella.
Cientos de vecinos y estudiantes secundarios marcharon por las calles de Lomas de Zamora, en el sur del Gran Buenos Aires, reclamando que aparezca con vida. Ayer la mamá Silvia había convocado a una marcha el sábado ante el Congreso de la Nación si la adolescente “no aparecía antes”.
El sábado salió a caminar con destino al Parque Eva Perón. El lugar tiene un polideportivo que la adolescente solía visitar. Esa tarde llevaba puesta una campera marrón, un jean y zapatillas. Las cámaras no registraron su ingreso al parque.
Según escribió la periodista Natalia Arenas en Diario Popular, la mamá de Anahí está convencida de que la desaparición fue forzada: “La conozco y sé que ella no se iría. No tenía motivos para irse con nadie, a ningún lado. Estoy segura de que fue algo violento”, dijo esta mañana la mujer.
Hoy se conoció una carta que le escribió el tutor de su curso en la Escuela Normal Antonio Mentruyt, ENAM , Roberto Pazos. “Te estamos esperando -escribió el profesor- queremos tener la esperanza que fue solamente un impulso adolescente, y no que sos una víctima más de esta sociedad de mierda que parece que solamente es capaz de generar hermosas consignas, “nunca más”, “ni una menos” pero no hacerlas realidad. Dale nena, devolvenos la esperanza…”.