Samanta Malvina Aguirre, la mujer de 42 años y oriunda de Timbúes que estaba desaparecida desde el 10 de mayo pasado, fue hallada este lunes al filo de la medianoche por los uniformados del Comando Radioeléctrico en la zona sudoeste. Estaba en estado de shock y fue trasladada al Hospital Roque Sáenz Peña donde fue asistida tanto por los médicos y como por los profesionales del área de Salud Mental para contenerla. Lo poco que se supo fue que contó que todo ese tiempo estuvo secuestrada en una vivienda, de la que pudo escapar. El fiscal Carlos Ortigoza de San Lorenzo está a cargo de la investigación y ordenó una serie de medidas para determinar qué pasó con la víctima.
Samanta vive con sus tres hijos adolescentes en la localidad de Timbúes, del departamento San Lorenzo. El miércoles 10 de mayo, mandó un mensaje por Whatsapp a un familiar para avisar que estaba yendo a visitar a un conocido en barrio Echesortu, de Rosario.
Las horas pasaron y su familia empezó a preocuparse porque no tenían noticias de ella. Nunca se había ausentado de su casa y menos dejaría a sus tres hijos, por lo que hicieron la denuncia por su paradero, publicaron sus fotos en redes y recorrieron comisarías y hospitales sin éxito.
Se manifestaron en la octava marcha por el Ni Una Menos del sábado pasado en Rosario donde desplegaron una bandera con su nombre y repartieron folletos con su foto para ampliar su búsqueda.
Pasaron 48 horas y, según fuentes policiales, este lunes alrededor de las 23 policías de Comando Radioeléctrico la encontraron en el cruce de avenida Uriburu y Ovidio Lagos. La víctima estaba en crisis de llanto y muy asustada, lo poco que pudo decir fue que había logrado escapar de una casa donde la mantuvieron retenida en contra de su voluntad.
Al pasar sus datos, los uniformados determinaron que el fiscal de Flagrancia Ortigoza había dictado el pedido de paradero tras la denuncia de sus familiares en la comisaría 9ª de su ciudad de origen e informaron del hallazgo. También dieron un aviso a la Unidad Fiscal de Delitos Sexuales para abarcar cualquier situación que hubiera podido ser víctima la mujer, quien en el estado de shock que estaba, no podía brindar mayores precisiones.
En ese marco, la fiscal Noelia Ricardi ordenó que fuera trasladada al Hospital Roque Sáenz Peña para ser asistida y contenida. Además, pidió la intervención el personal de la comisaría de la mujer. Un hermano junto a otros familiares estuvieron el martes por la mañana en la puerta del Roque y confirmaron la información aportada por los pesquisas sobre el secuestro. En medio de la emoción por haberla encontrado, el joven dijo que estaba en buen estado de salud físico pero que la había podido ver poco tiempo ya que seguía conmocionada.
Este miércoles, voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA) indicaron que se “continúan con la toma de declaraciones y que aún está todo en investigación”.