El director teatral Omar Pacheco apareció ahorcado este domingo a la tarde en su sala teatral, La otra orilla. Tenía 67 años y desde el sábado se desconocía su paradero. Según se vio en videos que se publicaron en redes sociales, había sido escrachado por presuntos abusos sexuales justamente en el local de Balvanera en el que funciona la sala, en la calle Urquiza al 100 de Capital Federal.
Según fuentes de la Policía de la Ciudad, el hallazgo del cuerpo se produjo hacia las 15.30 del domingo. Esas mismas fuentes sostuvieron que, al momento de llegar a la sala, el personal policial encontró a un empleado de La otra orilla, quien contó que desde la noche del sábado ni familiares ni amigos de Pacheco podían dar con su paradero.
Aunque la escena en la que se encontró a Pacheco coincide con la de un suicidio, una autopsia determinará si efectivamente el director teatral se quitó la vida.
El viernes, a través de Facebook, una mujer llamada Mariana Pizarro publicó una denuncia pública colectiva en contra de Pacheco. «Violento, manipulador y abusador», define el texto al director. Y suma: «Somos mujeres integrantes del Grupo Teatro Inestable del Teatro La Otra Orilla, creado y dirigido por el director teatral Omar Pacheco. Somos parte de esta grupalidad hace más de cinco años en donde hemos sufrido todo tipo de violencias de género, entre ellas abuso y manipulación sistemática por parte de quien era nuestro docente y director».
Su trayectoria
Pacheco fue un exiliado político en los años 70, a su regreso al país creó el Grupo Teatro Libre. Fundador además del espacio La Otra Orilla, calificaba sus creaciones como “teatro inestable”.
Entre sus montajes más destacados están Juan y los otros (1984), Obsesiones, sueños y ceremonias (1989), la denominada Trilogía del Horror -integrada por “Memoria” (1992), “Cinco puertas” (1997) y “Cautiverio” (2001)-, Del otro lado del mar (premiada en 2005 con el Trinidad Guevara) y La cuna vacía (2006), creada para el trigésimo aniversario del golpe de 1976, que trataba sobre el robo de bebés durante la última dictadura.
Varias de estas obras se mantuvieron durante años en la cartelera del off porteño y fueron invitadas a participar en festivales internacionales.
En sus 36 años de labor ininterrumpida, Pacheco trabajó con artistas como Liliana Herrero, Rodolfo Mederos, Lito Vitale o Gerardo Gardelín, recibió apoyo del Ministerio de Cultura y de la Fundación Antorchas, y colaboró con instituciones públicas y privadas como el Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi), la UBA, el UNA y la UADE.
En paralelo a su actividad como docente, investigador y director de su compañía, participó como iluminador en las puestas de musicales del circuito comercial como Tanguera (2002), Nativo (2005) o Caravan (2009).