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Encuentro fatal en Totoras: detuvieron a un sospechoso de asesinar a un hombre y prenderlo fuego

Personal policial detuvo a un sospechoso de matar a Bruno Galetti, empleado aceitero que el pasado 15 de enero apareció calcinado en un campo cercano a la localidad de Luis Palacios. Para el abogado de la familia fue "un ajuste de cuentas". Pruebas de luminol hallaron restos de sangre en el garaje

Un hombre de 37 años fue detenido este jueves bajo sospecha de haber asesinado al hombre oriundo de la ciudad Totoras Bruno Daniel Galetti, cuyo cuerpo fue hallado calcinado dentro de una camioneta el pasado 15 de enero en un campo cercano a la localidad de Luis Palacios. El abogado de la familia de Galetti, Luis Rossini, había descrito al crimen como un “ajuste de cuentas” sin explicar por qué y este jueves dijo que el apresado podría estar vinculado con la venta de droga.

El sospechoso, que fue detenido en Totoras por personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), quedó a disposición del fiscal de San Lorenzo Aquiles Balbis quien prevé imputarlo por el crimen en los próximos días.

Un utilitario Fiat Fiorino consumido por el fuego y en el interior, un cuerpo carbonizado. Esa fue escena que personal policial halló hace 13 días en un campo sembrado de soja cercano a ruta 34 entre las localidades de Lucio V. López y Luis Palacios.

Según aportaron los pesquisas, a las 9.30 de ese viernes 15 de enero el personal de la comisaría 10ª de Luis Palacios recibió una comunicación de los empleados de una empresa de seguimiento satelital, quienes contaron que habían encontrado el utilitario Fiat Fiorino, perteneciente a una empresa aceitera de San Lorenzo, calcinado a unos 400 metros dentro de un campo de soja. Además, los trabajadores de seguridad aportaron que llegaron hasta él porque tenía encendida la alarma que se detona en caso de incendio, siniestro o robo. Los policías fueron hasta el lugar y encontraron el vehículo con un cadáver dentro a la altura del kilómetro 22 de la ruta 34.

Todo apuntaba a que los restos humanos pertenecían a Bruno Galetti, de 40 años, un totorense quien había desaparecido en las últimas horas y trabajaba con esa camioneta. A los pocos días, los peritajes forenses confirmaron la identidad y establecieron que el cuerpo tenía dos heridas de arma blanca.

El cuerpo de Galetti apareció calcinado al igual que su vehículo.

 

En declaraciones a la prensa Rossini dijo que esa madrugada Galetti iba a encontrarse con alguien y que entraba a trabajar a las 7.30, pero salió a las 3 y condujo a alta velocidad por Totoras. El penalista calificó el crimen como un hecho planeado: “Si te matan a las tres de la mañana en un camino rural y encima te prenden fuego la camioneta, no hay dudas que se trató de un ajuste de cuenta con tinte mafioso”.

Tres días después, al tiempo que personal de Homicidios de la AIC y el fiscal Balbis se abocaban a la investigación, Rossini, cuyo estudio jurídico también se dedica a la investigación penal privada, confió a portales regionales que desistía de seguir con su propia pesquisa por pedido expreso de la familia de Galetti que, según el penalista, temía “represalias” y se sentía desprotegida. Declaraciones que le agregaban un tinte oscuro a un caso de por sí misterioso e inusual para Totoras, ciudad del departamento Iriondo de poco más de 10 mil habitantes.

Así las cosas, los detectives a cargo del fiscal Balbis tomaron entrevistas, relevaron cámaras de seguridad y recibieron informes del geolocalizador de la Fiorino, todos elementos que fueron incorporados al legajo fiscal y poco a poco condujeron hacia un sospechoso “estrechamente relacionado” con el crimen. Es que el rastro satelital mediante informes de geolocalización del utilitario en el que fuera hallada la víctima dio cuenta de que estuvo en la casa de Saavedra al 800 y habría salido en ese vehículo cerca de las 4 del 15 de enero y no habría detenido su marcha hasta llegar donde horas después fue hallado sin vida, describieron fuentes de la investigación.

Este jueves las órdenes de allanamiento se efectivizaron en dos domicilios de Totoras: en Fray Luis Beltrán al 1400 fue detenido Mario Santiago D., de 37 años, y le incautaron tres celulares y dos chips. Los pesquisas aportaron que hacía poco tiempo que el sospechoso se había mudado a esa dirección. En los allanamientos también estuvo personal de la división Científica que realizó pruebas con el reactivo Luminol (para detectar rastros de sangre) sobre un sillón y una hidrolavadora, que fue secuestrada.

Parte de los secuestrado en Totoras.

 

Según fuentes de la investigación, el químico arrojó resultados positivos en un garaje del segundo de los domicilios allanados, en Saavedra al 800, que era donde vivía antes el sospechoso. Además de obtener ese indicio, los pesquisas se incautaron allí de otros tres celulares, una notebook y dos chips.

Conocida la detención del sospechoso, Rossini declaró a medios de Cañada de Gómez que –según la información que maneja, no confirmada por fuentes oficiales– de una de las viviendas allanadas se habría secuestrada una suma importante de dinero. Y relacionó al detenido con la venta de drogas.

Además expuso su teoría del caso, cuyos indicios, aseguró, ya le presentó al fiscal Balbis. “Le di información objetiva. Galetti salió a las 3.09 de la casa y 3.11 se estacionó frente a la casa de este tipo. (La camioneta) estuvo estacionada 40 minutos y luego salió, dio la vuelta a la manzana, y estacionó por Saavedra”.

Para el penalista, para ese entonces su cliente ya había sido asesinado. “Metieron la camioneta dentro del garaje, lo cargaron y se lo llevaron al campo donde finalmente lo incendiaron”.

Ahora resta saber si esa teoría es la que presentará Balbis en la audiencia imputativa del sospechoso. Por lo pronto fuentes judiciales no confirmaron la fecha de la acusación.

En ese marco, Rossini dijo que la familia Galetti se presentará como querellante en la causa con su patrocinio.

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