Tras la actualización de costos de generación, el gobierno nacional anunciará ahora los nuevos cuadros tarifarios para la electricidad que desde el lunes afrontarán usuarios residenciales, y los más castigados serán los clientes de Edenor y Edesur, que sufrirán ajustes de hasta el 600 por ciento promedio, aunque en algunos casos podría multiplicarse hasta diez veces el valor actual.
Las escalas tarifarias para la luz empezarán a regir desde el lunes y las boletas, para la Capital Federal y el gran Buenos Aires, dejarán de ser bimestrales para pasar a ser mensuales.
En el gobierno especulan con que la periodicidad mensual que tendrán ahora las facturas dé la sensación de que el incremento es menor que si se mantuviera en forma bimestral.
Pero además permitirá una ganancia financiera extra (tasa de interés) a la distribuidora eléctrica, al percibir los fondos en forma anticipada a como lo perciben en la actualidad.
El Ministerio de Energía ordenó al Ente Nacional Regulador de la Electricidad (Enre) que publique el nuevo cuadro de tarifas y cómo debe regir desde el primer día de febrero, se estima que será publicado hoy en el Boletín Oficial.
Hasta ahora, el nivel de los incrementos están basados en estimaciones realizadas a partir de la resolución Nº6 del ministerio a cargo de Juan José Aranguren, que estableció el costo de generación de electricidad para el trimestre febrero, marzo y abril, con lo que habrá un nuevo ajuste desde mayo.
Las variaciones que tendrá este «tarifazo» dependerá también del tipo de usuario y el nivel de consumo, pero no será inferior al 300 por ciento y el promedio podría llegar al 600 por ciento, según cálculos de entidades de consumidores.
A través de esa medida, el ministerio instruyó al Enre para que «disponga las medidas necesarias» para efectuar «un ajuste del valor agregado de distribución en los cuadros tarifarios de Edenor y Edesur, aplicando para ello el régimen tarifario de transición».
Estas dos distribuidoras operan en Capital Federal y el conurbano bonaerense y están bajo el control del Enre, por lo que el ajuste en las demás provincias será regulado por los organismos de esos distritos.
Tarifa social
El nuevo cuadro tarifario deberá contener una «tarifa social», beneficio al que accederán jubilados y pensionados que reciban hasta dos veces el haber mínimo, los trabajadores que perciban una remuneración bruta menor o igual a dos salarios mínimos, aquellos que reciban programas sociales, estar inscripto en el monotributo social, formar parte del régimen de empleados se servicio doméstico, percibir el seguro de desempleo y contar con certificado de discapacidad.
A su vez, quedarán excluidos quienes sean titulares de más de un inmueble, quienes tengan automóviles de hasta 15 años de antigüedad y quienes posean aeronaves o embarcaciones de lujo, según lo dispuesto oficialmente.
Energía señaló también que el Enre tendrá que incluir en los nuevos valores de facturación la segmentación de tarifas para los usuarios que realicen un ahorro de energía de manera interanual.
Uso racional
Por medio de ese texto oficial, Energía dispuso además dejar sin efecto el Programa de Uso Racional de la Energía Eléctrica (Puree), que estaba vigentes desde 2004 y apuntaba a que los consumidores ahorren electricidad.
El ministerio instruyó al Enre para que se fijen nuevos valores de facturación para los usuarios que realicen un ahorro de energía interanual, según si reducen el consumo entre el 10 y el 20 por ciento o más del 20 por ciento.
Tales criterios serán aplicables a la demanda de energía eléctrica de los usuarios que no están en condiciones de contratar su propio abastecimiento, y/o tienen demandas menores a los 300 kilovatios.
Objeción por subsidios
El director del Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (Oetec), Federico Bernal, subrayó ayer que los subsidios a las tarifas energéticas que el gobierno decidió recortar “cumplían una acción promotora de bienestar social y de competitividad progresiva en la industria”.
“Quieren que se desplome el consumo, de energía, de carne, de todo, para que las empresas inviertan menos en el mercado interno y les sobre más para exportar a precios internacionales y sin retenciones”, señaló Bernal en declaraciones radiales.
“Las empresas invierten si los marcos regulatorios y la normativas son estrictas y las obligan a invertir. En ausencia de regulación y control, en ausencia del Estado, volvemos a la falacia del derrame”, concluyó el titular del Oetec.