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Energía: comerciantes insisten en reunirse con el gobernador

Referentes de diferentes rubros se concentraron ayer en la sede local de la Casa Gris para pedir audiencia con Lifschitz.

Representantes de centros comerciales a cielo abierto céntricos, barriales y de varios rubros, y organizaciones sociales y de defensa del consumidor, volvieron a pedirle ayer una audiencia al gobernador Miguel Lifschitz con el fin de que se establezcan medidas que ayuden a disminuir el impacto que está generando el fuerte aumento de la tarifa de la energía. En ese marco, también se insistió con la idea de que la Empresa Provincial de la Energía postergue por 60 días los vencimientos de las facturas de abril y mayo. El temor es que el incremento de ese servicio y el de gas (que comenzó a regir a principio de este mes) hagan inviable la actividad de muchos negocios de la ciudad.

El encuentro se desarrolló en las escalinatas de la sede local del gobierno de la provincia, en Santa Fe al 1900. Hasta allí llegaron referentes de centros comerciales de distintos puntos de la ciudad y de Funes. Entre otros, hubo representantes de los heladeros, carniceros, almaceneros, gastronómicos y panaderos.

La movida también fue acompañada por algunos dirigentes sindicales, políticos, sociales, de organismo de defensa al consumidor y concejales.

A la convocatoria se llegó luego de que todos los sectores confluyeran en el marco de una realidad económica que ya comienza a ser “delicada” y “preocupante” para los pequeños y medianos comerciantes.

A la merma en las ventas y el consumo se le sumó una marcada suba en las boletas de energía de marzo y abril, que (según señalaron ayer algunos empresarios) llega en ciertos casos hasta el 200 por ciento con relación al bimestre anterior y también con el mismo período del año pasado.

Juan Milito, del Centro Unión Almaceneros y uno de los impulsores de la protesta, pidió que “el ajuste se haga en otro lado” y recordó que hay proyectos en la Legislatura provincial para morigerar el impacto del tarifazo en la energía eléctrica. En esa línea, volvió a solicitar que sean utilizados como subsidios parte de los fondos que corresponden al 15 por ciento de coparticipación que Nación comenzó a restituir al gobierno santafesino.

“Deben reestablecerse los subsidios. Esto es sólo una decisión política. En nuestro rubro para las grandes cadenas la luz representa el 0,1 por ciento del total de sus costos. Mientras que para nosotros, los almaceneros, llega en algunos casos al 20 por ciento”, sostuvo Milito.

El dirigente señaló que los incrementos en las boletas de los almaceneros rondan entre el 100 y el 150 por ciento. “Hay casos donde se saltó de facturas de 4 mil a 8 mil pesos. Mientras que en otros, por ejemplo, de 8 mil se llegó a 20 mil pesos”, subrayó. Eso se da a la par de una merma en las ventas que llega hasta un 15 por ciento en los pequeños comercios de los barrios más postergados, apuntó.

El Centro Unión Almaceneros de Rosario agrupa a los comercios y autoservicios con menos de cuatro cajas. En la ciudad hay entre 5 mil y 6 mil negocios de este tipo.

En tanto, en los bares, pubs y restaurantes de avenida Pellegrini las facturas llegaron este mes con subas que “en todos los casos superaron el 100 por ciento”. Leonardo Santero, presidente del paseo que agrupa a esos negocios gastronómicos, contó que el promedio de gasto en luz el año pasado en su comercio fue de 22 mil pesos. Mientras que la boleta con vencimiento en este mes llegó con 48 mil pesos a pagar.

A la par, en el sector hablan de una caída en las ventas de entre un 15 y 35 por ciento en marzo y abril de este año en relación con los mismos meses de 2015.

“Esa baja, que comenzó a notarse a mediados de febrero y se acentuó el mes pasado es medida en cubiertos. Es decir, en la cantidad de gente que entra a los negocios, ya sea para tomar un café o comer una hamburguesa”, dijo Santero.

El Paseo Pellegrini agrupa a 25 locales gastronómicos ubicados entre las calles Dorrego y Sarmiento que emplean a unas 500 personas.

Por su lado, José García, el titular de la Sociedad de Carniceros de Rosario, recordó que las ventas cayeron hasta un 25 por ciento en marzo comparado con diciembre del año pasado.

“Es como si siguiéramos de vacaciones. En marzo y abril tuvimos los mismos niveles de actividad que en enero y febrero. No hemos recuperado el movimiento que suele darse ya en ese mes”, sostuvo.

Tras eso, el dirigente (quien mencionó que en Rosario existen 800 carnicerías) contó que hay negocios que venían con un promedio en su factura de 2.800 pesos y ahora recibieron boletas que superan los 8 mil.

Por su parte, Diego Cantarelo, representante legal de la Cámara de Heladeros de Rosario, hizo eje en la diversidad de costos que hay en el sector.

Por un lado, sostuvo que una pequeña heladería de barrio pasó a pagar de 5 mil a 10 mil pesos. Mientras que en calle Pellegrini, donde los negocios tienen otras dimensiones, el promedio en las boletas de energía eléctrica era hasta antes del incremento de febrero de entre 80 y 100 mil pesos.

“Las subas en general rondan el cien por ciento. A nosotros nos golpea fuerte porque afecta en la producción y en la conservación también, no sólo al sector comercial”, señaló.

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