Dos de los laderos de Esteban Alvarado enfrentan un nuevo juicio oral y público por el crimen de Cristian Rulo Béliz, un hombre que trabajaba en la distribuidora de bebidas de César Manco García, asesinado en septiembre del 2019 cuando balearon a quienes estaban en el lugar.
En esa oportunidad su jefe, el Manco, también fue herido y quedó hemipléjico mientras que otro empleado sufrió una lesión menor. Estos dos acusados juntos a otros dos jóvenes enfrentan una acusación por homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas, dos hechos de tentativa de homicidio calificado, lesiones leves agravadas por uso de arma de fuego y portación.
La fiscalía, a cargo de Luis Schiappa Pietra y Matías Edery pidieron prisión perpetua para el cuarteto. El tribunal está integrado por los jueces Gonzalo Fernández Bussy, Lorena Aronne y Fernando Sosa.
Según la acusación fiscal cerca de las 8.35 del 7 de septiembre de 2019 una camioneta Fiat Toro conducida por Mauricio Laferrara, quién fue condenado como integrante de la banda de Alvarado y por varios homicidios a prisión perpetua, llegó hasta la distribuidora, ubicada en Constitución al 5200.
El conductor, que además es pariente de César Oscar Manco García, se estacionó frente a la distribuidora de bebidas. Él se quedó sobre el vehículo y disparó por la ventanilla mientras que otras tres personas se bajaron, se posicionaron alrededor de la camioneta y dispararon.
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Franco Aranda fue el primero en bajar del vehículo desde la puerta trasera, caminó por detrás del coche y disparó para luego seguir hasta el lado delantero de la Toro y disparó nuevamente. Gastón T. descendió desde el asiento delantero del acompañante dirigiéndose por delante del vehículo y efectuando disparos para luego volver a ascender al vehículo por la misma puerta y Matías Ávila -otro de los miembros de la banda de Alvarado condenado a prisión perpetua el año pasado- es la tercera persona que descendió del vehículo de la parte trasera dirigiéndose por detrás y efectuando disparos sobre las personas, contó la fiscalía.
Los fiscales explicaron que los disparos fueron dirigidos a Béliz que estaba en el portón del comercio y cuando cayó al piso herido, le volvieron a disparar. Además de Béliz otras tres personas, una de ellas es el Manco que terminó hemipléjico.
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Tras la balacera los tiradores se subieron a la chata y se fueron del lugar. El vehículo fue encontrado pasado el mediodía del día del ataque en Viamonte y Cullen. La camioneta fue robada ese mismo día a punta de pistola en Ecuador al 700.
Ahora el cuarteto enfrenta un pedido de pena de prisión perpetua. El debate continúa con la producción de la prueba.
