La hermana de uno de los jóvenes asesinados por el juez Ernesto García Maañón durante un robo piraña se mostró furiosa por el accionar del camarista cuando salía del polígono de tiro en Quilmes.
“Con un sopapo y un tiro en las piernas era suficiente”, manifestó Gabriela Cartagena, quién explicó que su hermano de 18 años vivía «perdido con las drogas» pero, no por eso, “había que matarlo como a un perro”.
Aunque para la Justicia Maañón y su custodio actuaron en legítima defensa, la familia de uno de los ladrones abatidos lo rechazó y solicitó que ambos queden detenidos.
“Mi hermano corrió, y tenía el tiro por la espalda. Los pibes estaban en el piso y les seguían disparando”, remarcó la joven en diálogo con el programa Nosotros a la Mañana que se emite por el trecetv.
Con el paso de las horas se pudo constatar que los dos delincuentes asesinados tenía antecedentes por robo y eso generó cientos de comentarios en redes sociales sobre la actuación que tuvo el juez: «Varias veces traté de internarlo o de que la policía interviniera, pero nadie me ayudó».
Aun así, sostiene que no es claro que su hermano, Emanuel Cartagena, haya estado en el robo ya que ella no lo vio queriendo llevarse el Renault Capture de Maañón.
Por el robo también fue asesinado Nicolás Martínez de 18 años, quién murió en el acto. Cartagena recibió un tiro que le perforó el pulmón.
A horas del hecho, la Justicia continúa investigando qué ocurrió en la tarde del sábado en la localidad bonaerense de Quilmes.
Las pericias constataron que la Capture tiene 10 orificios de bala y por el momento la Justicia determinó, a partir de las cámaras de seguridad privadas de la zona, que las víctimas del robo actuaron en legítima defensa.
El caso quedó intervenido por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 3 de Quilmes, a cargo de Martín Conde, mientras que por la participación del menor de edad quedó como encargada la fiscal María Julia Botasso, del Fuero Juvenil 2, todos del Departamento Judicial Quilmes.