La segunda vuelta presidencial del próximo domingo en Chile, hasta ahora liderada en los sondeos por el candidato opositor y derechista Sebastián Piñera, dio un giro dramático ayer cuando el carismático líder del Partido Independiente, Marco Enríquez Ominami, formalizó su apoyo al oficialista Eduardo Frei Ruiz Tagle, mientras que un sondeo cifró la diferencia entre los dos candidatos en menos de 2 por ciento. Ante ese cuadro, los medios dan un empate técnico en la elección más reñida desde los tiempos del socialista Salvador Allende.
Enríquez Ominami, ex diputado del Partido Socialista y quien en la primera vuelta el 13 de diciembre pasado alcanzó como candidato disidente un 20 por ciento de los votos, dio ayer su apoyo a Frei, desdiciéndose de sus opiniones previas de que ninguno de los candidatos merecía su apoyo por tratarse de “figuras del pasado”.
En una declaración pública en el Congreso, Enríquez Ominami dijo ayer: “Ante esta incertidumbre de que la derecha pueda llegar a impedir la marcha de Chile, declaro formalmente mi decisión de apoyar al candidato de este pueblo, el del 29 por ciento de chilenos que lo votaron el 13 de diciembre”, en referencia al demócrata cristiano y ex presidente Frei.
En esa votación Frei obtuvo 29 por ciento de los votos y Piñera 44 por ciento. En tanto que Enríquez Ominami, hijo de un militante de izquierda fundador del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) asesinado por la dictadura de Augusto Pinochet, afirmó ayer: “El sector que apoya a Sebastián Piñera, gran parte de ellos llenaron de luto a nuestra patria. Son los cómplices de los que asesinaron a mi padre”.
“Con la derecha, que es finalmente la base de sustentación de la candidatura de Sebastián Piñera, nos separa un abismo irreconciliable”, agregó.
Y así como fue fuerte el mensaje expreso contra el aspirante de derecha, Enríquez Ominami dejó en claro su falta de entusiasmo, al apoyar a Frei sin mencionarlo ni una sola vez en su discurso.
Aunque el apoyo de Enríquez Ominami a Frei estaba dentro del cálculo de los analistas, cayó como una bomba cuando apenas habían pasado minutos de que una encuesta de la independiente consultora Mori señalara que la ventaja de Piñera sobre Frei –que antes era de 6 a 8 puntos– se había reducido a menos de 2 por ciento.
Según la proyección electoral de Mori, Piñera obtendría 50,9 por ciento de los votos en el balotaje del domingo y el ex presidente Frei el 49,1 por ciento.
A estos porcentajes, según analistas, se le debe agregar el 7 por ciento de indecisos que ponen en vilo a la votación.
Marta Lagos, directora de Mori señaló al analizar la encuesta que “estos resultados indican que Frei acortó la distancia con Piñera”.
Sobre la adhesión de Enríquez Ominami, Carolina Tohá, principal dirigente del comando de Frei, señaló con satisfacción que “todos los apoyos son bienvenidos en esta campaña”.
Piñera, quien durante la campaña había considerado una cierta afinidad con Enríquez Ominami, eludió responder sobre el apoyo que éste le dio a su rival.
“Primero la encuesta de Mori y luego el apoyo de Enríquez Ominami le ponen más incertidumbre a la elección. Hoy (por ayer) ha sido un muy buen día para Frei”, dijo Patricio Navia, un influyente analista que hace pocos días fue noticia al anunciar su apoyo a Piñera.
A cuatro días de la elección la suma de la encuesta y el apoyo de Enríquez Ominami cambió un escenario donde ya se daba por descontada la victoria de Piñera.
El multimillonario Piñera espera sacar a la coalición de centroizquierda del poder y que retorne la derecha al Ejecutivo como ocurrió desde 1973 hasta 1990.
Frei, un ex presidente con poco carisma, contó sin embargo con el apoyo incondicional de la presidenta Michelle Bachelet, que tiene una popularidad de más de 80 por ciento.