El Ministerio de Trabajo entrerriano informó que denunciará al dueño de un campo al detectar a dos chicas de 15 y 17 años estaban trabajando en la en la cosecha de arándanos en Calabacillas, departamento Concordia.
Inspectores de las delegaciones Paraná, Diamante y Villaguay, junto con el Sindicato Obrero de la Fruta de Concordia, realizaron operativos de fiscalización en ese departamento donde detectaron a las menores realizando tareas de recolección de arándano, explicaron.
El ministro de Trabajo, Aníbal A. Brugna, lamentó la noticia y afirmó que «es hora de que comprendamos que sólo los niños que se eduquen estarán en igualdad de oportunidades el día de mañana».
El funcionario señaló que «el niño que trabaja llega a la edad adulta sin la preparación necesaria para acceder a ocupaciones calificadas, circunstancia que le impide modificar su situación de precariedad», y eso «perpetúa el círculo vicioso de la pobreza”.
Poder condenar penalmente a los responsables de la explotación infantil «constituye un paso importantísimo y se ubica en sintonía con la lucha que se está impulsando a nivel nacional y provincial para erradicar la problemática de una vez por todas», afirmó.
«Ya no hay lugar para especulaciones o justificaciones culturales: el trabajo infantil es un delito penal», advirtió el ministro y acotó que se trata de «un problema histórico en nuestro país, una problemática que en décadas pasadas casi no tenía condena social y paradójicamente, era considerada parte de la cultura».