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Entre Ríos: murió una joven que se negó a transfusión

Se trata de una mujer de 35 años que es Testigo de Jehová y por principios religiosos no aceptó transfusiones de sangre. Murió por un grave cuadro de neumonía en un sanatorio de Concordia. Comparan el caso con el del joven Pablo Albarracini, internado en Buenos Aires tras ser baleado.

Una joven del culto Testigo de  Jehová murió en el norte entrerriano, al negarse a recibir una transfusión de sangre, confirmó hoy el director del Hospital Garat de Concordia, Alberto Rotman.

La mujer, identificada como Iris Fracalossi, de 35 años, residía en Villa del Rosario, una localidad rural del noreste entrerriano de 2.000 habitantes, situada casi en el límite con la provincia de Corrientes.

Rotman dijo a Télam que la joven contrajo neumonía bilateral y, por consejo de un médico de esa localidad, fue trasladada hasta un centro asistencial de Chajarí, “donde fue tratada en forma ambulatoria porque no quería internarse”.

Debido a la complejidad de la enfermedad, la mujer fue trasladada hasta el Sanatorio Garat de Concordia, donde quedó internada por disposición de un especialista en neumonología y murió el 26 de mayo.

“Cuando llegó, la mujer traía un acta firmada ante escribano público en la que se negaba terminantemente a una transfusión de sangre por principios religiosos”, explicó el profesional.

Rotman relató que la joven “empeoró en 24 horas y tuvo que ser trasladada a terapia intensiva donde, además de comprobarse que estaba anémica, los glóbulos rojos no transportaban la cantidad de oxígeno necesario”.

“Se decidió ponerle oxígeno puro a presión y se le hizo el tratamiento que necesitaba, sin embargo cuando se le dijo que era impostergable realizarle una transfusión de sangre, la paciente se negó varias veces, estando aún lúcida”.

“En menos de 48 horas y estando en terapia, la paciente falleció ante nuestra desesperación porque el acta firmada ante un escribano público nos impidió transfundir a la joven”, reconoció el médico, al considerar que “el ser humano es inexplicable”.

Iris era soltera y trabajaba como niñera y empleada doméstica en Villa del Rosario, donde residía y era conocida por todos.

“Ella era muy trabajadora y una buena muchacha pero, lamentablemente por sus creencias religiosas se negó a que le hicieran una transfusión de sangre y murió”, dijo a Télam Ana, una vecina de la muchacha.

La mujer comparó el caso con el de Pablo Albarracini, el Testigo de Jehová que fue baleado en Buenos Aires y que también se niega a recibir sangre por cuestiones religiosas.

La muerte se mantuvo en el más estricto silencio por parte de sus familiares, pero los constantes reclamos para que Iris concurriera a sus lugares de trabajo, hicieron que finalmente la noticia se difundiera en el pequeño pueblo.

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