Search

Entredichos por unas viseras desataron un asesinato a sangre fría

El atacante fue detenido este jueves en Funes y este viernes el fiscal contó en la audiencia imputativa que el acusado, de 25 años, se enojó porque a la víctima y su hermano pudieron ingresar con gorras a un local de la Florida y a él se la hicieron sacar en la puerta

Natanael Ruiz, de 24 años, fue asesinado la madrugada del 16 diciembre pasado cerca de su vivienda de Cullen al 1300 bis cuando otro muchacho le disparó por la espalda. Ese joven, de 25 años, fue identificado desde un primer momento y fue detenido el jueves. Ayer, en la audiencia imputativa, se conoció el motivo del desmedido ataque: a Natanael y a su hermano los habían dejado entrar a un boliche de La Florida con viseras (como les llaman a las gorras) y al grupo del agresor no. Y esto fue causa de enojo y muerte.

En la audiencia imputativa de ayer por la mañana el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Adrián Spelta reconstruyó el crimen a través de los relatos de los testigos. La noche del sábado 15 de diciembre, los hermanos Edgar y Natanael Ruiz fueron junto a sus amigos a un boliche ubicado en La Florida. Todo transcurrió con normalidad hasta que el grupo de Natanael se cruzó con el de un vecino: Nelson C., el acusado. En ese momento, los hermanos comenzaron a ser increpados porque a ellos los habían dejado entrar con viseras y a los otros se las habían hecho sacar en la puerta. Los hermanos se apartaron y no contestaron las provocaciones de Nelson y su grupo, describió el fiscal Spelta.

Eran las 4.30 cuando Natanael decidió volver en moto a su casa de Cullen al 1300 bis. Cuando llegó se quedó sentado en un tronco que hace de banquito en la vereda. Pasaron unos minutos y su hermano Edgar hizo lo mismo. Salió del boliche, se subió al auto de un amigo y regresaron al barrio. Cuando iban por la costanera se dieron cuenta de que los seguían dos motos. Edgar aceleró y los perdió a la altura del parque Alem. Pero frente a la estación de servicios de Génova y Alberdi, aparecieron otra vez. En una de las motos iba Nelson C., señalaron las declaraciones, para agregar que se les pusieron a la par. “Te voy a matar”, dijo Nelson mientras miraba a Edgar y le mostraba un arma, reconstruyó el investigador.

Los amigos escaparon mientras los motociclistas abrían fuego. Edgar le mandó un mensaje a Natanael para ver dónde estaba. Le contestó que los estaba esperando en la vereda, sentado en el tronco. Edgar le contó lo que había pasado y le dijo que se fuera adentro de la casa. “Ya entro”, le contestó Natanael. Eso fue lo último que escuchó de boca de su hermano.

Para las 5.30, los vecinos de la cuadra de Cullen al 1300 bis ya estaban amontonados junto al personal del Comando Radioeléctrico alrededor del tronco. Un disparo fatal había empujado a Natanael hacia la zanja que separa la vereda de la calle, y sus amigos lo habían arrastrado a la tierra seca. Alcanzó a decir: “Nelson me pegó un tiro”. Todavía estaba vivo, y sus familiares y amigos comenzaron a gritarle a los policías que lo llevaran al hospital. No había sangre, pero tenía un tiro a la altura de la zona lumbar, contaron testigos.

Natanael fue trasladado al Hospital Alberdi, pero falleció a los pocos minutos, reconstruyó el fiscal, quien acusó a Nelson C. por los delitos de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego y tenencia de arma de fuego de uso civil.

El magistrado Pablo Pinto aceptó la imputación de la Fiscalía y dictó la prisión preventiva por el plazo de ley.

La detención

Nelson C. tenía pedido de captura desde el día del crimen. Hubo allanamientos en su vivienda, pero los policías no lo pudieron hallar hasta anteayer, cuando fue apresado por personal de la Policía de Investigaciones (PDI) en una casa en Funes. Los procedimientos se hicieron en dos viviendas, una ubicada en Juan Domingo Perón y Mamerto Esquiú y otra en El Talero al 2700. En este último domicilio, los pesquisas atraparon a Nelson C. e incautaron cuatro teléfonos celulares y una moto Honda CG Titán, la cual es similar a la utilizada el día del crimen de Natanael.

 

10