Lo habían traído del campo cuando era cachorro y se hizo casero aunque se escapaba todos los días de la casa de Agrelo y Uriarte para regresar al rato. Esa rutina se cortó este jueves: Noche es uno de los perros muertos por envenenamiento en cercanías de bulevar Rondeau al 1200, en barrio Alberdi. Los casos se fueron conociendo por medio de las redes sociales, donde circularon además recomendaciones de no sacar las mascotas a la calle y hasta fotos de un presunto victimario que, se supo luego, era un hombre que se gana la vida cortando el pasto y sólo juntaba nueces.
La mayoría de las muertes o envenenamientos fueron este miércoles. Este jueves hubo otro caso: el Imusa (Instituto Municipal de Salud Animal) recibió cerca del mediodía un llamado. Habían encontrado otro perro en Washington y las vías del ferrocarril. El director del organismo, Daniel Rinaldi, se apoyó en lo que contaron los vecinos para confirmar que estaban frente a una nueva intoxicación: muerte rápida, precedida por convulsiones, vómitos y espuma en la boca. Nada pudo precisar sobre la sustancia letal: recién a mediados de la semana que viene tendrán los resultados del examen toxicológico. Deben enviar las muestras a un laboratorio contratado especialmente, porque no cuentan con ese recurso en la red de salud municipal.
Rinaldi sabe de cinco perros envenenados que fueron llevados por sus dueños a distintas veterinarias, y otros dos comunitarios trasladados por vecinos. Dos no sobrevivieron.
El veneno, desconocido
Las versiones fueron varias. Una apuntó a veneno para ratas colocado por vecinos cerca de un galpón infectado de roedores de Warnes y Washington. Los veterinarios y el director del Imusa se encargaron de negarlo: en todos los casos, hubo convulsiones, espuma por la boca, vómitos y hasta diarrea con sangrado. Son indicios de un tóxico muy fuerte: sustancias organofluoradas como los pesticidas, cianuro o estricnina.
Circuló la foto de trozos de carne con un polvo blanco, y hasta imágenes del supuesto envenenador montando una moto.
Calles peligrosas
El primer caso conocido fue en la puerta del supermercado DAR de Rondeau al 1200. Como siempre que va a hacer las compras, un hombre dejó a su mascota atada en el estacionamiento. Cuando salió, la encontró temblando y con espuma en la boca. Ayer, desde la veterinaria Vet24 dijeron que se estaba recuperando. La habían recibido con un cuadro neurológico complicado, temblores y diarrea con hemorragia.
Noche
“Estaba en mi casa, yo vivo en Agrelo y Uriarte. Mi perrito tenía 5 años. Lo trajimos del campo, de Villa Amelia, y lo acostumbramos a la casa. Jugaba con mi otra perra y era normal que se escaparan un rato todos los días. Siempre volvían con algún hueso o algo que encontraban afuera. Ayer (por el miércoles), la más chiquita regresó sola. Y cerca de las tres de la tarde, me tocó timbre una vecina para avisarme que mi perro estaba en la vereda, convulsionando, con los mismos síntomas que se vieron en los otros casos”. El relato es de Sofía, la dueña de Noche.
Domingo
Una hora más tarde, algo similar le ocurrió a Domingo. La dueña de la mascota, Paloma, la sacó alrededor de las 17 a la calle, vio cómo se acercaba a un árbol y comía algo para, enseguida, empezar con las convulsiones. El perro fue llevado a la veterinaria de Rondeau al 1200, Mascotas del Oeste, donde le salvaron la vida. Ese negocio fue el que más animales envenenados atendió. Seis, dijo uno de los responsables.
Bronca
“Hijos de puta, nos mataron a Val”, se enfureció Alejandra. Su perra murió envenenada también en la puerta del supermercado de Rondeau al 1200. “No voy a parar hasta encontrarte”, le avisó a un hasta el momento desconocido envenenador y contó una breve historia: “Lo rescatamos hace un año. En la manzana todos la conocían, jugaba con los perros de la cuadra. No tienen idea del daño que han causado”.
No hay denuncias
Son varios los testimonios, pero hasta anoche no hubo denuncias. El Ministerio Público de la Acusación recordó que en estos casos se puede acudir a la Oficina de Violencia animal de Montevideo 1968. También, los Centros territoriales de Denuncia, que en zona norte funciona en Rondeau 767.
Sin respuesta
Hubo quejas por la falta de respuestas de los organismos públicos. “Llamamos al servicio 911, y desde ahí nos dijeron que llamemos a Defensa Civil porque ellos no se podían hacer cargo. En Defensa Civil argumentaron que tenían una emergencia y que no podían atender los casos. En el Imusa, nada, no conseguimos comunicarnos, nadie atendió“, publicó en las redes Micaela, una de las vecinas que informaba sobre los envenenamientos.