Enviada especial de El Ciudadano a Australia y Nueva Zelanda
El día después del debut, Érica Lonigro recibió a El Hincha en el hall del hotel en el que la Selección Argentina está haciendo base en Auckland.
Tras el partido el plantel voló rápidamente a la isla norte para prepararse de cara al partido con Suecia, el miércoles próximo. Tras la merienda, Lonigro dialogó en exclusiva con El Ciudadano.
“Nervios por querer entrar, pero cuando me tocó el momento estaba tranquila. Queriendo aportar obviamente para el para el equipo y gracias a Dios se dio”, dijo sobre su ingreso en el segundo tiempo ante Sudáfrica, cuando el partido iba 2-0 abajo para la albiceleste.
“Justo cuando me llama para entrar, estaba haciendo la entrada en calor y bueno, cuando me llaman a mí me fui volando hasta a buscar mis canilleras porque las había dejado en el banco. -Después justo llega el gol de ellas y bueno, digo me pone o no me pone, pero nada, contenta y concentrada y enfocada en lo que estaba pasando”, afirma.
“El primer gol lo grité a mas no poder y bueno, apuraba para agarrar la pelota obviamente para seguir porque estábamos ahí. Intentamos que lo empatamos y también estuvo la oportunidad de haberlo ganado. Estábamos muy ansiosas, muy en el arco de ellas y si nos hubiesen dado, aunque sea cinco minutos más, yo digo que se lo hubiésemos ganado”, reflexionó.
Lonigro tuvo en la Copa América en la que la Selección consiguió clasificar de manera directa a esta Copa del Mundo su primera participación oficial con la camiseta albiceleste. Unos meses más tarde, está teniendo su primera experiencia mundialista con 29 años y apenas cuatro años jugando de manera semiprofesional. “Nunca imaginé llegar hasta acá, la verdad que no”, confesó.
La primera vez que pensó que la posibilidad de jugar en la Selección Argentina podía ser real, fue cuando vio a su compañera de equipo en Central, Virginia Gómez, jugar en el Mundial de Francia 2019. Ahí, “Jesi” creyó que tenía chances de llegar: “Dije yo también puedo llegar a estar”.
“Creo que es todo muy de golpe a la edad que tengo porque ya soy bastante grande, pero bueno, uno no deja de buscar sus sueños”, dijo. Así como siempre que entra a una cancha busca la pelota y el arco contrario, en la vida busca cumplir sus sueños.
La concentración
En el Novotel de Auckland, en el barrio Ellerslie, en las afueras del CBD, es la casa de la Selección Argentina en su estadía en Nueva Zelanda. Allí, plantel y cuerpo técnico comparten el día a día y cada futbolista tiene su habitación privada. En los tiempos libres, se juntan a tomar mates en alguna habitación, ve series o simplemente descansa. Jesi encontró con Miriam Mayorga, Gabriela Chávez y Vanesa Santana un grupo con el que comparten esas charlas y esos momentos de desconexión.
El partido contra Suecia no va a ser fácil. Las jugadoras lo saben, sin embargo, los ánimos del plantel son buenos, están confiadas. “Con las mismas ganas de entrar y preparándonos para el próximo partido. Creo que va a ser difícil, pero no imposible, porque nosotras vamos a dejar toda la cancha a la que le toque entrar a la que estén de titular a la suplente vamos a dejar todo tenemos. Tenemos con que, así que vamos a ver si podemos lograr el objetivo”, analizó Lonigro sobre ese cruce del próximo miércoles.
El día después
Cuando entró al vestuario tras el empate ante Sudáfrica, “Jesi” agarró el celular y vio los mensajes que le habían llegado. En Argentina el partido se vio a las 21, un horario en el que mucha gente se prendió a seguirlo por televisión. “Tenía muchos mensajes de la familia, conocidos y amigos”, confesó.
Lonigro es la única jugadora nacida en Rosario que integra la Selección Argentina. Junto a Vanina Correa, son las únicas santafesinas. Ambas jugadoras de Central. Cuando hay concentración en el predio que la AFA tiene en Ezeiza, la arquera la pasa a buscar por el Casino y van juntas tomando mates. En el Campeonato YPF formaron parte del plantel de Central que quedó en la tercera posición de la tabla general. Ahora, además, ambas defienden la camiseta albiceleste.
“No tomo conciencia de que por ahí puedo llegar a ser en una referente del fútbol femenino. Me mandan mensajes, tengo apoyo. Hace poquito me escribieron para invitarme a cenar con una escuelita de Villa Gobernador Gálvez y estamos pensando cuando vuelva ir a recorrer un par de canchas”, afirmó.
La familia
Antes de bajar al hall del hotel para hablar con El Hincha, Érica Lonigro estaba en videollamada con la familia. “Ya se estaban yendo a juntarse con amigos del barrio, a la casa de mi hermana”.
Estella, la mamá, es quien le transmitió el amor por el fútbol. El hermano, Jonatan, también juega a le pelota. La sobrina Nerella practica en el Club Amistad de barrio Las Flores y le dice que quiere ser jugadora profesional: “Yo le digo que le meta, porque si vos te lo propones, lo vas a lograr. Cuando puedo la voy a ver jugar”.
“Me pone muy contenta representar a una familia futbolera que amó el deporte no por parte de un hombre, sino de una mujer que si se puede sí”, reflexionó.
Érica Lonigro, de Rosario al Mundial: la historia de vida y la emoción de la familia por el debut
Cuando vuelva del Mundial, están pensando en armar un “picadito” entre la familia. “Somos muchas mujeres, así que vamos a ver si cuando vuelva alquilar una canchita de cinco algo como para jugar también, porque dentro de la cancha nos divertimos”, adelantó.
Seguramente el barrio irá a alentar a la familia, a compartir un momento bien futbolero, en una zona de Rosario que vio nacer a grandes figuras del fútbol Argentino.
