Érica Rivas es una de las actrices del momento. No sólo por demostrar, tanto en televisión como en cine, que tiene talento, sino por llevar su militancia feminista a cada lugar al que va. En este momento está en Berlín, donde tiene lugar el Festival Internacional de Cine conocido como la Berlinale. Y ella es la protagonista de El Prófugo, el último film de Natalia Meta que compite por el mayor premio del certamen: el Oso de Oro, la primera película argentina en siete años en integrar esa sección del encuentro.
En las entrevistas que está brindando en Alemania, una de las protagonistas de la sit com Casados con hijos contó que el feminismo la acompaña desde la cuna y confesó su predisposición a aceptar un guión si proviene de una mujer, como es el caso de este segundo film de Meta.
“No me llegan muchos guiones de mujeres lamentablemente y sé lo difícil que es para nosotras llegar a estos ámbitos”, afirmó Rivas, quien en El Prófugo interpreta a una mujer que se rebela contra una relación indeseada y rompe los códigos.
Consultada por las agencias internacionales, la actriz contó que la lucha por la ampliación de derechos la tomó de su madre que estudió y crió a sus cuatro hijos. Ella le repetía que no tenía que depender de un hombre. “Me decía hacélo vos, manejá un auto ni bien puedas”, explicó.
El recuerdo de sus abuelas oprimidas también reforzó ese espíritu. “Así como la sensación de no saber cómo encajar en este mundo que sentimos las mujeres y que yo tengo desde que nací”, dijo la actriz.
¿Y su padre?. “Él, al feminismo lo vio pasar”, dijo entre risas. “También es muy difícil renunciar a los privilegios de los hombres”, concedió.
Rivas es a su vez madre de Miranda, de 19 años, su única hija que tuvo con el actor Rodrigo de la Serna, de quien se separó hace años. Con ella rodó la película Bruja.
Otros trabajos recientes incluyen El Presidente, con Ricardo Darín y seleccionada en Cannes, y Los Sonámbulos, ganadora del Festival de La Habana en diciembre pasado y por la que ella fue premiada como mejor actriz, donde también compone a una mujer que se empodera.
Si Rivas tiene una marca como intérprete, esa es el humor, según afirmó. “Cuando empecé a actuar, era la dictadura. La gente estaba triste y empecé a hacerme la chistosa. ¡Me dio resultado!”, dijo, admitiendo que le gustaría rodar una “comedia disparatada” porque siente que “ahora la gente también se quiere reír”. “La risa es un momento importante para meter un concepto hondo”, afirmó.
También en El Prófugo, marcada por la tensión psicológica y el chirrido de los sonidos inquietantes que acosan a su personaje, Inés, Rivas protagoniza escenas cómicas, especialmente con su insufrible novio Leopoldo (Daniel Hendler).
Su rol de protagonista hacen de la argentina una aspirante al Oso de Plata a la mejor actriz en la Berlinale, cuyo palmarés se revelará este 29 de febrero.
Tras su paso por el festival de cine, a Rivas la espera una obra de teatro en Argentina y una película sobre “un monstruo fantástico”. La dirección forma parte también de sus planes, pero para eso necesita tiempo. “Y como soy el sostén de mi familia, no sé si puedo hacerlo por ahora”, dijo finalmente.