La actriz Érica Rivas destacó este miércoles que le resultó “todo un desafío el papel” protagónico que encarna en la película El Prófugo, thriller psicológico que se estrena este jueves en salas locales, y subrayó el esfuerzo de producción que significó afinar su personaje junto a profesionales del canto, el doblaje y la coreografía.
La producción del largometraje, a cargo de la directora y guionista Natalia Meta (Muerte en Buenos Aires), estuvo inspirada en la novela El mal menor, de C.E. Feiling, y narra los confusos límites entre lo onírico y lo real en la vida de una cantante que trabaja como actriz de doblaje.
“Me sentí muy orgullosa de que Natalia Meta me ofreciera este personaje porque siempre quise hacer un thriller psicológico, y sobre los bordes entre el deseo femenino, sentirse enamorada, lo onírico y la realización de una obra”, enumeró Rivas en una entrevista con Télam y otros medios realizada por videoconferencia.
La actriz mencionó que durante el rodaje contó con la asistencia de “profesoras que acompañaron en el proceso con el tema del canto y la voz”, dijo. Y agregó: “Me ayudó muchísimo porque también tuve que aprender a doblar en español neutro”.
“Además, trabajamos mucho con la directora y con la coreógrafa para ver cómo el personaje se desplegaba físicamente. Y, en el caso de trabajar la voz, aporta al lugar difuso” que postula la película y a “usar otros tonos, que es una de las cosas más interesantes”, explicó la intérprete, una de las protagonistas de la antológica Relatos Salvajes en 2014.
En tanto, Hendler, que participó en la conferencia de prensa junto a Rivas, Meta y los actores Nahuel Pérez Biscayart y Cecilia Roth, consideró que “la idea de (su) personaje era incomodar, con un lado seductor pero también siniestro”.
“La película trabaja en las fronteras entre sueño y vigilia, y entre violencia y afecto. Hay algo imposible de capturar entre lo onírico y lo real, y ese fue el desafío para nosotros”, añadió.
Para Pérez Biscayart, la película es “súper moderna, tiene muchas capas y puede ser leída de muchas maneras; tiene un trasfondo muy existencial y de mucha libertad”.
En el caso de Roth, la experimentada actriz indicó que el trabajo fue “muy delicado y dedicado” y resaltó la “generosidad” de Meta a la hora de dejarle componer el rol de la madre de la protagonista.
“Mi personaje se inventa a sí mismo y tenía mucho permiso para hacer lo que quisiera, mucho lugar para un humor desfachatado”, dijo Roth, quien caracterizó su papel como el de “una madre muy metida, que da miedo porque tiene lo más enigmático y desconocido de una madre”.
Por último, Meta concluyó: “La producción fue un trabajo muy colaborativo en el que todos aportaban y, de a poco, fue apareciendo la película, que atraviesa géneros para siempre buscar el punto de ecualización exacto”.