Explicar una derrota tras un partido parejo resulta a veces complicado. Pero si cometés errores y esos yerros cuestan goles, la cosa se torna más simple. Central cayó ante River y se despidió de ir por el objetivo de máxima que entrega este torneo. El equipo del Kily, a falta de una fecha, se alejó definitivamente de la posibilidad de terminar entre los dos primeros de la zona 3.
El despeje “contraindicado” que hizo Miño y el cabezazo de Martínez en contra de su propia valla detonaron cualquier chance de quedarse con un mejor resultado en un partido que fue parejo casi en todo momento, pero en el que el Central del Kily volvió a mostrar una mala cara en su defensa y en el retroceso.
La propuesta no fue mala, todo lo contrario. El Central del Kily no respetó a River y jugó al golpe por golpe. Claro que las diferencias estuvieron en el área, de un lado estuvo un inexpugnable Bologna y del otro los yerros canallas. Encima, cuando el partido aún estaba con chances para el Canalla, a Villagra le anularon un gol lícito.
De arranque, como en el partido que jugaron hace algunas semanas en cancha de Independiente, Central tuvo chances de convertir. Pero, como aquella vez fue Armani, anoche fue Bologna el que evitó que el gol canalla llegara. Y como se dice en el fútbol, cuando vos llegás y no convertís, después lo pagás en tu arco. Y fue así. Tras un córner, Rojas aprovechó la soledad en que se encontraba en el área tras una atajada de Miño que despejó como pudo, pero en contra de lo que dictan los manuales, y abrió el marcador para el Millo.
A partir de ese gol tempranero, el Canalla salió decidido a buscar el empate, y en varios pasajes de la primera parte impuso condiciones atacando por la izquierda. En ese sector, Ferreyra fue un dolor de cabeza para Moreira. Pero tener la pelota en campo contrario no significó generar tantas secuencias de gol. Al equipo del Kily le costó inquietar a Bologna y cuando lo hizo, el línea Maidana anuló mal lo que era el empate de Villagra. La primera parte terminó en desventaja, injusto por cierto.
Tras la pausa del entretiempo, el Canalla siguió con la misma propuesta, jugar al golpe por golpe. Y cuando había vuelto a inclinar la cancha hacia el arco rival, apareció un nuevo blooper de un defensor propio. Increíblemente Damián Martínez marcó de cabeza un gol en su propio arco y ese tanto en contra terminó con el partido de manera prematura.
Tras el inesperado cimbronazo, Central jugó con mucha vergüenza y se mostró enojado dentro del campo de juego. Es que cada intento fue bien desactivado por una defensa millonaria que no tuvo flancos débiles.
Central cayó y sumó su tercera derrota en cinco presentaciones. Caídas que hicieron que se quede sin la posibilidad de clasificarse al grupo que jugará por el premio grande de este certamen. Muchos errores, en especial en defensa, y pocas soluciones lo condenaron a la zona de abajo, más allá de que anoche tuvo una buena propuesta.