Será la sexta incursión de Colombia en una Copa del Mundo, siendo su mejor actuación en el último certamen alcanzando los cuartos de final de la mano de James Rodríguez. Para estar en Rusia la selección cafetera sufrió mucho más de lo pensado. Recién consiguió asegurarse un lugar en la última fecha cuando igualó, con mucha polémica en el medio, con Perú en Lima y los dos equipos se fueron felices.
Al igual que en Brasil el técnico será el argentino José Pékerman, quien posee una buena nómina de jugadores para elegir y tres se destacan sobre el resto: James Rodríguez, máximo artillero de Mundial 2014, Juan Guillermo Cuadrado, jugador de Juventus, y Radamel Falcao, el goleador que no pudo estar en Brasil y busca consagrarse en Rusia. La continuidad de un proceso de trabajo puede resultar una ventaja sobre el resto por el conocimiento minucioso de los jugadores.
El entrenador argentino hace un culto de la posesión de la pelota y tiene intérpretes para hacerlo ya que cuenta con un mediocampo ofensivo integrado por Cuadrado, Rodríguez y Juan Fernando Quintero. Más atrás y con la misión de recuperar se encuentran Wilmar Barrios y Carlos Sánchez.
Para el combinado colombiano, ya es un pequeño logro ser un asiduo en las grandes citas y contar para cosas importantes. No hay que olvidar que antes de Brasil 2014 nunca habían estado entre las ocho mejores selecciones del mundo. Ahora es cuando se empieza a sentir el vértigo, el momento en el que los rivales saben que se miden a un equipo importante. Quizás sea el momento en Rusia de dar un salto de calidad y jerarquía y no quedar como un equipo que tiene buenos jugadores solamente.
En consecuencia Colombia debe aspirar no sólo a clasificarse, sino a quedar primera de grupo para no cruzarse con alguna potencia en octavos de final. Probablemente se juegue buena parte de esas opciones en la segunda jornada cuando enfrente a Polonia. Claro que para eso debe tener que ganarle primero a Japón en el debut y llegar tranquilo al cierre de la fase de grupos ante Senegal.
El entrenador: José Pekerman
Será el segundo Mundial al mando de la selección cafetera y su tercera experiencia en este tipo de torneos (dirigió Argentina en 2006). Cumplió el objetivo que se le encomendó: hacer de Colombia una selección respetada y a veces temida. Quiere despedirse por la puerta grande.
La figura: James Rodríguez (Bayer Munich)
Es la gran esperanza de Colombia. En Bayern Munich, su actual equipo, no alcanzó el nivel que exhibió en Brasil 2014. Pero cuando se pone la camiseta del equipo nacional parece otro. El jugador surgido en Banfield es la manija del equipo de José.
La promesa: Dávinson Sánchez (Tottenham)
Unas de las grandes apariciones del fútbol colombiano. Brilló en el Atlético Nacional campeón de la Libertadores, fue vendido a Ajax de Holanda con apenas 20 años y ahora es una fija en el Tottenham de Pochettino. Defensor tiempista, rápido un sus traslados y fuerte en el juego aéreo.
El ausente: Edwin Cardona (Boca)
El volante ofensivo se quedó a un paso de estar en la lista definitiva. Siempre estuvo bien considerado por Pekerman y su equipo de trabajo, pero no le alcanzó para estar en Rusia. Peleó hasta último momento un lugar en el plantel con Juan Fernando Quintero.
