Facundo Parrino quiere cerrar el 2018 con un título que sería histórico para Morning, club al que llevó a la elite, siendo uno de los entrenadores más jóvenes de la Rosarina con apenas 35 años.
Después del entrenamiento vespertino en el Viaducto, el joven DT le contó a El Hincha cómo transita este camino hacia la final, qué duelo imagina que puede darse y lo que significaría conseguir la ansiada coronación para toda la gente de la Estrella.
—¿Cómo viven la previa del partido ante Córdoba?
—Con entusiasmo y alegría. Reconocemos la importancia que tiene el partido para el grupo, para el club, pero tratamos de disfrutar porque charlábamos con los chicos y les decíamos que tenemos la fortuna de seguir compitiendo y para nada menos que en el partido decisivo del Ivancich.
—¿Se imaginaban esto cuando arrancaron el torneo?
—Sí, más del deseo que desde la producción. Siempre como es fin de año todo cuesta el doble, especialmente con los jugadores por el tema de que están rindiendo o trabajando y se nos hizo muy difícil las semanas en cuanto al entrenamiento. En la competencia creo que fuimos de menor a mayor, porque en la zona de grupos no estuvimos del todo conforme con el rendimiento mostrado, pero a partir de los octavos dimos las versiones que más estamos acostumbrados en la intensidad, el protagonismo y el compromiso del equipos. Sabíamos que ya a partir de los duelos mano a mano si lográbamos clasificarnos, todo iba a cambiar. No sé si nos pensábamos llegar a la final, sí tener la chance de ir lejos.
—¿Qué partido imaginas?
—Nos enfrentamos dos veces durante el Molinas y fueron encuentros duros. En este caso es una final, por lo que no sé si hay un gran favorito. A lo mejor uno llega con algo de ventaja sobre el otro. Ellos tienen la posibilidad de bajar jugadores de AFA y nosotros no, pero no podemos quedarnos con eso. Las finales son partidos especiales y nosotros tenemos la gran posibilidad de hacer historia en este club, de ser el primer equipo campeón. Fuimos los primeros finalistas y es el gran deseo.
—¿Cambia algo que tengan profesionales en el once inicial?
—Y seguramente, son jugadores de muchísima jerarquía. Yo no puedo subestimar la calidad que tienen ellos, si nosotros no hacemos un partido muy cerca de lo perfecto, seguramente la pasaremos mal. Pero creo en el plantel que tengo, en la capacidad de los chicos, en su entusiasmo y son chicos maduros. Ellos tienen futbolistas que han jugado en otro nivel, aunque no dejan de ser jóvenes y nosotros somos un plantel aplomado, un grupo muy unido.
—Bustos Montoya decía que es un premio para los chicos, ¿consideras lo mismo?
—Sí, estamos de acuerdo. Nosotros en el Molinas estuvimos cerca de meternos en el lote de abajo, que generan situaciones angustiantes, pero también me dio la tranquilidad de que el grupo se ha sostenido en la adversidad y esto se disfruta el doble porque es un premio al esfuerzo, al trabajo y a la dedicación de todo el grupo.