El Senado convirtió en ley por 56 votos a favor, 13 en contra y con 3 abstenciones el proyecto que autoriza al gobierno nacional a cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para el refinanciamiento de la deuda de más de 44 mil millones de dólares contraída en 2018 por la administración de Cambiemos. Si todo sale «bien», desde ahora y por más de una década, hasta 2034, la economía nacional estará bajo la tutela de un organismo multilateral, y es lo que reflejó el maratónico debate en la Cámara alta: lo que el ex presidente Néstor Kirchner alejó, el ex presidente Mauricio Macri trajo de vuelta.
El tratamiento de la iniciativa, que tuvo media sanción en la Cámara de Diputados la semana pasada, replicó en la Cámara alta las acusaciones entre oficialismo y oposición por haber contraído la deuda, con el Frente de Todos recriminando a Juntos por el Cambio la “herencia”; y la alianza del radicalismo, el PRO y la Coalición Cívica mostrándose con la “responsabilidad” de dar los votos que una parte del oficialismo no facilitó.
Entre los votos positivos, 20 fueron del oficialismo y 36 de la oposición, mientras que de los 13 negativos todos fueron del Frente de Todos. Y tres senadoras, las neuquinas Lucila Crexell, de Juntos por el Cambio, y Silvia Sapag, del Frente de Todos; junto a la rionegrina Silvia García Larraburu del Frente de Todos fueron quienes se abstuvieron.
La votación, que estaba prevista para la medianoche, se concretó apenas pasadas las 23, tras el turno de 40 expositores entre las 72 bancas de la Cámara alta. Se transitaron así nueve horas de debate desde que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner abrió la sesión a las 14.08, con 49 senadoras y senadores en sus bancas. Pero, en un claro gesto político, no estuvo presente en el momento de la votación: tras la exposición del presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el oficialista riojano Ricardo Guerra, se retiró y fue reemplazada por la presidenta provisional de la Cámara alta, Claudia Ledesma Abdala de Zamora, ex gobernadora de Santiago el Estero y miembro del Frente de Todos.
Para lograr el quórum necesario, bajaron al recinto los representantes del oficialista Frente de Todos, de Juntos por el Cambio y de otros bloques más pequeños. Asimismo, la habilitación de la sesión sobre tablas, que precisa de los votos positivos de los dos tercios de los presentes, fue facilitada por la oposición.
El Frente de Todos anotó 13 oradores, entre ellos tres legisladores del espacio más cercano a la vicepresidencia, mientras que Juntos por el Cambio registró a 22 y cinco monobloques y bloques chicos incluyeron a otros cinco expositores.
En la mayoría de los 23 discursos escuchados al promediar el debate, tanto desde el Frente de Todos como desde Juntos por el Cambio coincidieron en la necesidad de priorizar el hecho de que Argentina firme el acuerdo con el FMI para no ingresar en zona de default.
En el oficialismo, tres de las senadoras más cercanas a la vicepresidenta manifestaron críticas al origen de la deuda contraída con el organismo internacional por el gobierno de Mauricio Macri y dijeron que se trató de “una de las mayores estafas” al pueblo argentino.
También hubo pedidos a la Justicia para que se aceleren las causas contra funcionarios del gobierno de Cambiemos acusados de fuga de divisas.
Desde la oposición, los senadores Martín Lousteau y Víctor Zimmerman refutaron las acusaciones y coincidieron en la necesidad de respaldar el convenio para evitar “mayor sufrimiento al pueblo argentino”.
Silvia Sapag (Frente de Todos-Neuquén, argumentó su posible abstención al sostener que apoya al gobierno pero que por razones familiares “muy personales” no podía avalar el entendimiento.
María Pilatti, una de las senadoras más ligadas a la vicepresidenta manifestó sus reparos, pero aclarando que que “tener diferencias no significa rupturas” para ahuyentar rumores sobre una fractura del bloque del oficialismo.
Lousteau, a su turno, despertó críticas del oficialismo después de que se refirió a la fuga de capitales de la que acusan al gobierno macrista y mencionó causas judiciales de la vicepresidenta y su familia.
El cordobés Luis Juez dijo en su exposición que “nunca” pensó en que su primera votación en el Senado iba a ser “para acompañar a este gobierno”, pero celebró que un acuerdo con el FMI haya sido puesto a consideración del Congreso “por primera vez”.
El legislador y ex gobernador de Misiones Maurice Closs, aliado del oficialismo, sostuvo por su parte que “ver al Fondo de por sí es un drama” pero adelantó su voto favorable.
Sobre el final del debate, el jefe de los senadores del Frente de Todos, José Mayans, declaró que el peronismo volvió al gobierno “para ser mejores”, pero admitió: “Hasta ahora no lo logramos”.
El formoseño enrostró a la oposición lo que fue haciendo cuando era gobierno, recordando cada respuesta de los ministros de Economía de Macri, a partir de Alfonso Prat Gay, y cómo una empresa que pagaba unos 8 mil pesos de electricidad en forma bimestral pasó a pagar 160 mil pesos mensuales en los primeros meses del gobierno de Cambiemos.
“Ustedes dicen que lo van a hacer todo igual pero más rápido”, advirtió esta noche Mayans en referencia a una frase que Macri pronunció como autocrítica durante un diálogo con el escritor peruano Mario Vargas Llosa.
Así ensayó una descuartización de la gestión de Macri, sólo reconociendo al gobernador jujeño Gerardo Morales por haber pasado por la Cámara de Diptuados cuando se trataba el entendimiento con el Fondo: “Estamos acá porque esta deuda la hicimos nosotros”, recordó que admitió, invitando a la oposición a seguir el ejemplo.
Además, recordó que la norma llegó de la Cámara baja “con un acuerdo importante de más de 200 votos” y destacó la presencia de los gobernadores en la discusión en Diputados la semana pasada, donde hicieron visible su apoyo al Ejecutivo.
“No escuché a ningún gobernador que se oponga al proyecto, al contrario fueron a pedir que se acompañe”, resaltó.
El senador por Formosa sostuvo además que el contexto mundial por la pandemia de coronavirus y la guerra entre Rusia y Ucrania complejizan más el escenario internacional.
Con su intervención concluyó el debate y se pasó al momento de la votación, en el marco de la sesión especial.
En el Fondo
Lejos del Senado, en Washington, el Fondo Monetario avisó que “un amplio apoyo político y social en Argentina sería fundamental para el éxito del programa económico”, al que reconoció, sin embargo como “desafiante” por la coyuntura mundial, “ya que el aumento de los precios de las materias primas está afectando la inflación en todo el mundo”.
Ya aprobado por el Senado el proyecto de ley que contiene el programa de refinanciamiento acordado con el Fondo Monetario Internacional por la deuda de 45.000 millones de dólares contraída en 2018, el directorio del organismo deberá ratificar el entendimiento para que se ponga formalmente en marcha el nuevo plan, que se extenderá hasta 2034 y contempla metas fiscales, monetarias y de inflación.
Ahora la premura la tiene el FMI, de lo contrario la Argentina ingresaría en default: lunes y martes operan vencimientos que, de no atenderse, impedirían el programa de facilidades extendidas que anoche trataba el senado. El lunes vencen 958 millones y medio de dólares, y el martes casi 1.850 millones de dólares, un total de más de 2.800 millones. El directorio ya tiene en sus manos el acuerdo que se trabajó “a nivel de personal técnico”, y que debe ser aprobado a nivel político. “Aún está sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, que ha sido informado de manera informal sobre los elementos del programa propuesto”, expresaba el comunicado formal del Fondo del pasado 3 de marzo, cuando el gobierno nacional y el organismo anunciaron el entendimiento.