La “armonización” tributaria y la rebaja gradual de impuestos provinciales que había pactado Mauricio Macri en 2017 con los gobernadores, entre ellos el santafesino Miguel Lifschitz, ya es historia. La Legislatura provincial convirtió en ley la adhesión de Santa Fe al nuevo Consenso Fiscal firmado el 17 de diciembre por el presidente Alberto Fernández, los 23 gobernadores (entre ellos Omar Perotti) y el jefe de Gobierno porteño. De esa manera, se suspenden por un año (hasta el 31 de diciembre de 2020) nueve de los 30 incisos incluidos en el Pacto Fiscal de 2017.
La suspensión parcial del acuerdo impulsado por el macrismo le otorga al gobierno de Perotti la posibilidad de aumentar impuestos provinciales, como el Inmobiliario Urbano y Rural o el impuesto de Sellos, y a la vez de dar marcha atrás con la rebaja gradual de tributos como Ingresos Brutos. Para la provincia significa la posibilidad de mejorar la recaudación propia y atacar de ese modo el creciente déficit fiscal.
El Senado provincial votó por unanimidad este viernes el nuevo Consenso Fiscal promovido por el presidente Fernández. De esta manera, según argumentaron desde el PJ, la provincia recupera autonomía fiscal, en contraste con el programa de 2017 que tenía por objeto lograr el déficit cero en las administraciones provinciales y nacional.
Un día antes, la Cámara de Diputados había dado media sanción al proyecto de adhesión. En esa ocasión, el diputado del PJ Ricardo Olivera dio algunas cifras a manera de argumento: “Entre 2018 y 2019, la coparticipación de impuestos para las provincias de Santa Fe y Córdoba cayó en un 9%, para San Luis y otras provincias cayó entre 6 y 7%. Y la única provincia que aumentó su coparticipación fue Buenos Aires”.
