“Héroes son los chicos que fueron a Malvinas, nosotros solamente jugamos a la pelota”. Lejos de cualquier intento de fama, distante de cualquier elogio de ocasión. Con sentido común para declarar. Con determinación para pararse bajo los tres palos, con decisión para elegir dónde tirarse en los penales y con valentía para patear el que le tocó. Nahuel Guzmán fue una de las figuras destacadas de la noche del miércoles, en la Newell’s dejó a Boca en el camino y pasó a las semifinales de la Copa Libertadores.
—¿Es justo que Newell’s haya pasado? ¿Fue el mejor de la serie?
—Si vamos al fútbol en si, que muchas veces es demasiado resultadista, tengo que decir que por suerte ganamos nosotros, más allá de cómo se dieron las cosas. Hicimos un buen segundo tiempo en una cancha difícil como La Bombonera, tuvimos siempre clara la intención y la idea de juego en ambos partidos, pero lo demostramos un poco más en casa. Metimos atrás a un equipo como Boca. Es valorable el triunfo aunque ellos hayan tenido situaciones claras de gol. Creo que termina siendo justo por el presente de los dos equipos. Para nosotros fue un triunfo importantísimo ante un rival que nos supo complicar.
—¿Por qué les costó tanto imponerse ante Boca?
—Fueron dos partidos bravísimos, Boca es un rival que venía con su mística y eso pudo haber jugado a favor de ellos. Nos planteó dos buenos partidos, bloqueando nuestros espacios, tapando la circulación en mitad de cancha. Por eso nos costó tener la profundidad de otros partidos. Pudimos tener la pelota, pero no llegar con mayor claridad.
—¿Sorprendió la postura de Boca para afrontar la serie con Newell’s, sobre todo en el último partido?
—No me fijo tanto en eso. Lo que no me sorprendió fue la manera de jugar de Newell’s, que intentáramos salir jugando de abajo siempre. No me sorprende que los centrales jugaran en mitad de cancha o que los laterales insistieran todo el tiempo en pasar al ataque. En el fútbol, cuando no podés ganar, no hay que perder. De hecho, así lo hicimos nosotros allá cuando la pasamos mal.
—¿Tuviste que perfeccionar tu juego con los pies desde la llegada del Tata Martino?
—Arranqué jugando como marcador central en las inferiores y quizás eso me haya ayudado un poco. Igual, uno trata de perfeccionarse todo el tiempo. El sistema de Newell’s es arriesgado, pero tenemos jugadores capacitados para tomar estos riesgos, aunque nos expongamos al error. Tengo marcadores centrales que todo el tiempo me la piden y quieren jugar.
—Además de la lógica felicidad por pasar de fase, ¿necesitaban este triunfo para ratificar un estilo de juego?
—Ganar este tipo de partidos ayuda a la confianza, al estado anímico y mental de cada uno y del grupo. En el fútbol argentino si ganás sos el mejor y si perdés sos el peor de todos. Esto que logró Newell’s en un año y medio de trabajo con este cuerpo técnico de primer nivel es único y excepcional. Pasamos de estar mirando la tabla de abajo a este momento que hoy nos encuentra peleando el torneo y en semifinales de la Libertadores.
—¿Cómo se vive puertas adentro este momento del equipo?
—Esto es merecido. Se vienen haciendo las cosas bien desde lo institucional y lo grupal. Obviamente queremos ganar, esto es fútbol y a mí me gusta ganar. A veces las cosas se dan y creo que es un momento para que se den. Pero puede pasar cualquier cosa. Hay equipos que quieren lo mismo que nosotros, que tienen los mismos objetivos. Lo importante es que competimos de igual a igual en dos torneos complicadísimos y que todos entran a dejar la vida. Es merecido que este grupo logre algo, coronar este ciclo.