Gabriel Sanabria tiene 26 años, es un suboficial que hace seis años integra la Brigada Motorizada de la Unidad Regional II y es de la localidad de San Javier. En la madrugada de este viernes, mientras junto a otro agente realizaba un control vehicular en la zona sur, los ocupantes de un auto que pretendían identificar le dispararon unas 10 veces. El joven policía quedó grave y tuvo que ser operado al menos en dos oportunidades por los médicos del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), pero aún así su estado de salud es crítico de acuerdo a lo que informaron los profesionales de la salud.
El uniformado permanece internado en terapia intensiva con administración de drogas para mantener la presión y respirador artificial. Las lesiones son «muy graves», resumió el director del Heca Jorge Bitar para agregar que tiene lesiones graves en el abdomen, con afectación de la vena cava inferior, el intestino grueso e intestino delgado. También sufrió balazos que le dañaron el fémur derecho y el antebrazo izquierdo.
Hirieron con 10 balazos a un policía en zona sur y detuvieron a cinco con metralleta y pistolas
La familia del policía herido viajó este viernes por la mañana a Rosario para acompañar al joven y sus allegados comenzaron una cadena de oración luego de que fuera intervenido quirúrgicamente por equipos de traumatología, cirugía general y vascular.
Voceros policiales dieron a conocer el último parte médico que indicó que el suboficial Gabriel tuvo una mejoría de su cuadro que llevó a disminuir la medicación con respuesta favorable y aclararon que seguirá en coma farmacológico con respiración mecánica asistida. Su estado sigue siendo grave y el próximo parte médico se conocerá este sábado a las 11.
A su vez, solicitaron con suma urgencia 15 dadores de sangre de cualquier tipo y factor. Quienes quieran donar deberán solicitar turno en https://www.rosario.gob.ar/inicio/donar-sangre, y presentarse el día del turno y el horario asignado en el Cemar Rosario, ubicado en San Luis 2020.
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La jefa de Policía de Rosario, Margarita Romero, admitió que la fuerza de seguridad toda «está consternada» por el ataque a balazos contra el joven, aunque desafió: «No nos va a amedrentar». Por el hecho fueron detenidos cinco sospechosos de ser los ocupantes del Peugeot 206 desde el que dispararon al agente. Son cuatro varones, dos de ellos menores de 16 y 17 años, y una mujer.
En medio de la persecución por un asentamiento precario de barrio Molino Blanco, los sospechosos arrojaron una mochila en la que los investigadores encontraron pistolas y ametralladoras, que fueron secuestradas al cabo del operativo cerrojo que se montó de inmediato tras el hecho.
