“Durante mucho tiempo no comprendí qué era el gorilismo y desde hace cinco años lo entendí. Es la reacción a los fanáticos no ideologizados”, aseveró José Bonacci el precandidato a diputado nacional del Frente Unite que reúne al Modín y a la agrupación Campo Popular, a lo que se suman el Sindicato de Trabajadores de Barrido y Limpieza de Rosario y dirigentes de iglesias evangélicas, a la vez que agrupaciones peronistas no encuadradas en el Partido Justicialista. Con esa frase marcó su disidencia con el gobierno nacional aunque le reconoce aciertos y pretende una oposición diferente. El dirigente rosarino también matizó su pertenencia a la agrupación política creada por Aldo Rico afirmando que no es la misma de los años 90, y propuso llenar de contenido a la política con liderazgo y participación, además de que “es posible corregir errores”.
“Sigo perteneciendo al Modín, que no es el mismo partido surgido en la década del 90, sino que es una herramienta electoral que está presente en la provincia de Santa Fe, el único lugar con reconocimiento político partidario”, marcó la diferencia Bonacci.
Preguntado por su propuesta política, el precandidato de Unite en Santa Fe reconoció aciertos al gobierno nacional y subrayó críticas. “Me cuesta oponerme a muchas cosas que realiza este gobierno, como ser la Asignación Universal por Hijo, la política de ciencia y técnica, muchos aspectos de la ley de radiodifusión, la inclusión social que hace con diferentes sectores y, fundamentalmente, la política social. No podemos oponernos a todo, yo no tengo “hartazgo”. Hay políticas que están bien y otras que hay que corregir”, señaló Bonacci.
Confeso peronista ortodoxo, el político rosarino adhiere a “un proyecto nacional y popular” mientras se mostró crítico a la implementación de muchas políticas por parte de la Nación. Sin embargo, sostuvo que es posible corregir errores. “Algunas cosas las están corrigiendo (el gobierno nacional), por ejemplo, del proyecto del tren bala a la política de reequipamiento del ferrocarril, hay una buena reorientación”, destacó.
A modo de presentación en la arena política, Bonacci sostuvo que aciertos y diferencias, no excluyen la necesidad de distintos modos de participación en el Congreso nacional y expresó: “Es necesario que haya matices en el cuerpo político electoral”.
Bonacci reclama para la política la existencia de un conductor, un caudillo, que lidere un proyecto. Y preguntado cómo se llena de contenido la política, respondió: “Se llena con gente, con interés”. “Una chica estudiante de comunicación social decía los otros días: ¿qué pasa si no voy a votar? Si los jóvenes no tienen interés en ir a votar, es que algo está mal. Yo soy de la época del retorno de la democracia cuando la política se vivía con pasión”, ilustró Bonacci.
“Ahora carecemos de conducción y se cambia eso por marketing. Hermes Binner, el hombre que según las encuestas va a ser el más votado en la próxima elección, no es un conductor. Yo fui concejal durante los últimos años de su mandato como intendente de Rosario y alcanzó a pavimentar cuatro calles de la ciudad. Es un invento del marketing porque su gestión de gobierno no fue exitosa”, dijo y agregó: “Al cabeza de lista para concejales del Frente Progresista en Rosario, Cappiello, le pedimos que ponga en condiciones un centro de trasplante de médulas y él contestó que si le daban plata él lo hacía. No es la respuesta de un líder. Está bien que era cerca de la crisis del 2001, pero en ese momento se podía”.
En cuanto a los problemas que observa en Santa Fe, Bonacci aseveró: “Esto es como en Italia. Viste que allá decían: «Acá hay demócratas cristianos, comunistas, socialistas; pero somos todos fascistas». En Santa Fe hay socialistas, comunistas, socialistas auténticos, del PRO pero todos somos demócratas progresistas. Es sabido que Santa Fe es considerada una provincia extremadamente conservadora que también tiene su proyecto de desarrollo autónomo. Santa Fe gira en torno a un puerto preciso que es la ciudad capital y Rosario carece de un proyecto autónomo. Lo que había quedó suplantado por el «Proyecto Gimnasia y Esgrima» porque todos los dirigentes socialistas se reúnen en ese club. Y eso se está agotando porque llegó al punto que no puede dar más respuestas. Y Rosario, al no tener un proyecto autónomo, político, cultural y social, sigue funcionando mientras las vacas tengan terneros y la soja siga produciendo”, finalizó el precandidato.