Carla Facchiano es dirigente de la entidad de barrio de Arroyito y fue una de las piezas fundamentales para que el femenino de Central tenga el apoyo político del club para poder participar en el torneo de AFA. Y este miércoles en el programa radial “Última Jugada” que se emite por LT3, dio detalles sobre la inclusión de Central en el torneo de Primera.
—¿Cómo surge la iniciativa de jugar en AFA?
—Es un proceso de muchos años. Antes de que se creara la Liga Rosarina comenzamos con este proyecto, cuya cabeza era Rosana Gómez. Y a parir de ahí el desafío siempre fue ir por más. Nos costó muchísimo y sobre todo a ellas conseguir un buen lugar para entrenar, así como el resto las comodidades básicas que tenían que tener. Hasta que el día de hoy pudimos lograr uno de los grandes objetivos que era entrar a AFA.
—¿Cómo fueron los trámites para poder participar del torneo qué tiene todos equipos de la Provincia de Buenos Aires?
—Se vivieron varios momentos. En principio no fue nada fácil esta llegada a AFA. Cuando asumimos el segundo mandato en Central se crea la Secretaria de Género y a partir de ahí empezamos a laburar diferentes cuestiones vinculadas al rol de la mujer en el fútbol, entre otras cosas. Mi objetivo y el de la comisión fue hacer el contacto para desembarcar en AFA. En enero hicimos el pedido oficial y tras muchas charlas y reuniones, en las cuales se vieron cosas como presupuestos y condiciones; justo surgió la semi profesionalización (NdR: anunciada en el mes de marzo por el presidente de la AFA) y nos invitaron a jugar en Primera. Fue todo durísimo, pero el resultado es de mucha felicidad. Rosana fue una de las principales impulsoras de todo y luchó muchísimo por lograrlo. Y las jugadoras también. Sé lo que hacen, el enorme sacrificio diario, y es un reconocimiento al trabajo de ellas. Seguimos creciendo y eso es fundamental.
—¿En qué momento te diste cuenta de qué Central estaba para jugar en AFA?
—Yo lo noté en el primer clásico que fui a verlo en Cosecha, que se ganó 4-1. Vi condiciones, un trabajo en equipo que a veces cuesta ver y más cosas interesantísimas. Después empecé a involucrarme más en el conocimiento. Rosana Gómez ha trabajado mucho y la competencia hoy en día en la Liga Rosarina no nos exige mucho, por lo cual sería una pena perder el nivel de las jugadoras que tenemos. Ese nivel se vio en el partido con Estudiantes en el Gigante, que Central ganó con total autoridad. Solamente era darnos cuenta que estamos para más.
—¿Se sabe cuántos contratos va a firmar Central?
—La primera etapa van a ser los ocho contratos que exige AFA y Agremiados. La intención y el compromiso político están en trabajar para en el futuro seguir sumando más contratos.
—Teniendo en cuenta que Central es el actual tricampeón del fútbol de la Rosarina y, con la mitad del torneo disputado, lidera la tabla de posiciones. ¿Cómo va a continuar la actividad en el plano local?
—Estamos trabajando para mantener Rosarina y tener el equipo en Primera de AFA. Jugadoras hay y la idea también es formar las divisiones inferiores.
—Cuándo se conoció la noticia de que finalmente Central iba a participar del torneo de Primera, aparecieron muchos mensajes de apoyo, pero también críticas…
—Sí, y se toman siempre las críticas y se entienden. Es un proceso que se vivió de muchos años. Me quedo con la visión de que Central va a ser el primer equipo del interior en participar de la Liga Profesional y que abre la puerta para que el fútbol femenino sea más federal. Todas tendrían que tener esa posibilidad. Creo que por los pergaminos de Central sobran los motivos para que este ahí. Nosotros nos manejamos en los parámetros de lo correcto, presentamos todo lo que teníamos que presentar. Por eso, quiero quedarme con el lado positivo, el de la apertura al interior participando en AFA y que genere más lugares para el resto de equipos del país.