El ingreso a los barrios Mirador del Río, Playa Mansa y Campo de la Rivera, en Arroyo Seco se encuentra intransitable. Está completamente anegado, hace años que los vecinos vienen reclamando por esta situación que empeoró tras la obra vial que se realiza sobre la Ruta 21. Los habitantes del barrio no pueden entrar ni salir, tampoco entran remises o ambulancias, para completar el panorama hace 15 horas que no tienen luz, otra dificultad que sufre el barrio, ya que el servicio llega desde Villa Constitución en lugar de ser abastecido por Arroyo Seco.
El camino generalmente sufre complicaciones con la caída de algunos milímetros de agua, pero en esta oportunidad la gran cantidad de lluvia que cayó en poco tiempo dejó al descubierto lo que los vecinos vienen reclamando desde hace mucho tiempo. El camino es de ripio pero se lava fácilmente con cada lluvia y no tiene mejorado. Los habitantes del lugar, contaron que presentaron diversas notas pidiendo que se pavimente aunque no tuvieron éxito hasta el momento.
Los habitantes contaron que tampoco tiene mantenimiento la calzada ni los canales de desagüe, circunstancia que se agravó con la obra vial que se lleva adelante en la Ruta 21 y que desde hace meses no tiene avance.
Estos barrios crecieron en los últimos años y habitan muchas familias, además de contar con un hotel que en diciembre pasado fue sede de un evento familiar de los Messi donde estuvo presente el capitán de la selección nacional Leo Messi y su familia. Pero hoy el panorama es otro, las familias que habitan el lugar no pueden salir a trabajar o a estudiar y la falta de luz complica el acceso al agua ya que estos barrios no cuentan con agua corriente y necesitan activar bombas para cargar los tanques de agua de las casas.
El panorama se agrava si se toma en cuenta la obra vial que quedó sin terminar sobre la Ruta 21, especialmente a la altura del ingreso a los barrios donde no hay banquina que permita maniobrar para ingresar y se reiteran los siniestros viales. El peligro se agrava durante la noche, ya que no hay luminaria en el lugar a excepción de dos luces solares que pusieron con esfuerzo los vecinos.
Ahora las barriadas se encuentran presas del agua, el camino se convirtió en un río, no se puede entrar ni salir, nadie puede ir al colegio ni a trabajar y la mayor dificultad se presenta para el caso que haya necesidad de una ambulancias o un remis, contaron los vecinos.