“Forma parte de una campaña de persecución a dirigentes gremiales con el doble objetivo de distraer la atención de la tremenda crisis económica que padece el pueblo argentino y a la vez amedrentar al movimiento obrero organizado para que no continúe con el plan de lucha que se viene desarrollando desde la CGT”. Así describió la Confederación General del Trabajo, en un documento firmado por los dos miembros que quedaron del triunvirato de conducción, Héctor Daer y Carlos Acuña, y los secretario de Derechos Humanos, Julio Piumato, y de Prensa, Jorge Sola, “el pedido de detención del difigente del Sindicato y la Federación de Trabajadores Camioneros, compañero Pablo Moyano.
El documento, titulado “Basta de persecuciones para ocultar el hambre, la pobreza, la desocupación y la recesión” denuncia “la persecución que la familia Moyano viene sufriendo” y reclama al gobierno nacional que “se abstenga de seguir atacando a las organizaciones sindicales. Y sostiene que el pedido contra Pablo Moyano es un avance más del tándem que forman “la política, la Justicia y algunos medios de comunicación” para “amedrentar a los dirigentes sindicales en el marco de una política económica que agrede salarialmente a los trabajadores y al conjunto del pueblo argentino”.
El pedido de detención de Moyano hijo lo firmó el fiscal Sebastián Scalera en el marco de una investigación de presuntas operaciones ilegales de las que habría tomado parte con barrabravas del club Independiente, del que Hugo es presidente y Pablo vice.
La causa se sustenta sobre testimonios de Pablo “Bebote” Álvarez, jefe del paravalanchas del club de Avellaneda hasta que cayó en prisión, en noviembre del año pasado, acusado de amenazar y extorsionar al técnico de la primera, Ariel Holan.
Al caer, el barra denunció que la causa en su contra estaba armada y culpó a los Moyano y al ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo. Pero poco después, cuando la posición de los Moyano se tensó respecto del oficialismo nacional, los cañones de Álvarez se centraron en ellos. Los acusó de lavado de dinero y de lucrar con fondos del club –como el producto de pases de jugadores– y de comprar futbolistas lesionados a cambio de comisiones, entre otras maniobras. Y formuló esas denuncias en fechas alrededor del #21F, cuando el moyanismo junto a las dos CTA, la Corriente Federal de Trabajadores y los movimientos sociales protagonizaron una multitudinaria movilización contra la política económica del gobierno.
Por entonces, el ex juez Daniel Llermanos, abogado de Hugo Moyano, denunció la ofensiva y culpó al abogado Rubén Reznik, defensor de Bebote Álvarez y de otros barras, y al secretario de Seguridad bonaerense, Gerardo Milman. Ambos fueron compañeros de segundaria y son amigos, admitió el funcionario, pero negó toda injerencia en la investigación.
Tras la solicitud de Scalera, fiscal general adjunto de Lomas de Zamora, ahora el juez de Avellaneda Luis Carzoglio deberá resolver si acepta el pedido y dispone la detención de Pablo Moyano como presunto partícipe de una asociación ilícita en el club Independiente.
“Peor que la dictadura”
“El gobierno de Macri es peor que el de la dictadura militar. Avasalla los derechos de los trabajadores, de los jubilados y de los que menos tienen”, disparó Pablo Moyano, quien sostuvo que el pedido de detención en su contra es una persecución política del gobierno de Mauricio Macri: “Encarcelan a los dirigentes y los quieren hacer callar para perjudicar a los trabajadores. Tuvimos intervenciones de gremios importantes y multas millonarias por llevar adelante reclamos legítimos”, contraatacó.
El secretario Adjunto de Camioneros grabó un video en Singapur, donde participa del Congreso Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF, por sus siglas en inglés) en el que denunció “la persecución que sufren los argentinos en el país, con un gobierno que administra para los empresarios”.
“Por más que nos amenacen, por más causas mediáticas y judiciales que quieran imponer, nos podrán quitar la vida y la libertad, pero no nos van a quitar la dignidad para pelear por los derechos de los trabajadores”, advirtió el gremialista.
Para Moyano, las causas en su contra se deben a que fue el sindicato que su familia dirige el que “en el mes de noviembre le dijo que no a la reforma laboral” y el que “no aceptó el 15 por ciento de las paritarias”.
“No creo que hagan el show de querer detenerme en Ezeiza”, sostuvo el dirigente sobre su regreso al país.
Antes, su padre consideró que la denuncia por presunta malversación de fondos en el club de fútbol “es un ataque del gobierno”.
“Esto comenzó hace tiempo, con una denuncia que hace Bebote Álvarez en Independiente y ahora, con todo lo que le han hecho decir en la cárcel, pretenden ensuciarlo a Pablo”, sostuvo Hugo Moyano.
El líder de la Federación de Camioneros dijo estar “tranquilo porque se están haciendo las cosas bien” en Independiente, club del que fue reelecto presidente a fines del año pasado. “Pretenden con estas cosas ir desviando la atención de la gente, pero no lo van a lograr porque la gente vive esta situación”, agregó, apuntando a “la realidad que le está pasando al país y que es realmente muy dramática”.